Tampoco debemos olvidar que las redes sociales deberían ser un canal de refuerzo más que un canal de venta directa. Por ese motivo, hay algunos aspectos que debemos tener en cuenta si nuestro objetivo es reforzar el proceso de compra:
1. Uso de landing pages
Un error muy común es enviar a los usuarios a la página principal, donde no se convierte igual que en una landing page. Lo mejor que podemos hacer es optimizar la página de aterrizaje con la información de cada producto concreto.
2. Cuantos menos pasos mejor
Los usuarios llegan de otra plataforma y se plantan en tu página. Las posibilidades de compra de por sí no son altas, y si además haces que tengan que rellenar una formulario con sus datos, validar su email, aceptar algunas políticas, etc… lo más seguro es que no lleguen a finalizar la compra. Es importante reducir el número de pasos en la compra y ponerlo lo más fácil posible.
3. Más información
Tu objetivo es que el usuario disponga de la mayor cantidad de información posible, porque probablemente sólo esté comparando productos y utilizando la red social para informarse. Cuanta más información tenga respecto a tus productos mejor, ya que facilitas su decisión posterior en la compra.
4. La plataforma correcta
Asegúrate de que estás utilizando la red social adecuada para dar soporte a tus procesos de compra. ¿Dónde está tu audiencia? Has de tener muy bien definida cuál es tu audiencia y en qué plataformas puedes encontrarla. Quizá el perfil de tus compradores sea más común en Twitter que en Facebook, o tal vez a la inversa. Sería un gran error no acertar en este aspecto.
5. Prueba, prueba y vuelve a probar
Si no consigues resultados lo mejor que puedes hacer es probar. Cambia esto, cambia lo otro, prueba con otros textos, cambia las imágenes, rediseña las landing page, comparte la información en otros horarios, y sobretodo sé consciente de las acciones que has llevado a cabo y cuáles te han funcionado mejor.
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