A grandes rasgos, son dos los tipos de fotografía que puedes elegir para que tus retoños luzcan como en realidad lo merecen el día de su comunión, por un lado tenemos la fotografía clásica, en la que el niño posa con las manos juntas en fotografías con fondos de diferentes motivos, como es el caso de estrellitas o dibujitos de ángeles, las cuales pueden ser fotografías demasiado frías e impersonales, por el otro lado, tenemos unas fotografías espontáneas y naturales, las cuales muestran a tu hijo de una forma más relajada y más realista.
Lógicamente estos dos tipos de fotografía que nos ofrecen en el mercado, tienen una gran cantidad de matices, en el campo de la fotografía todo no es blanco ni gris, pero que el ejemplo sirva para ayudarnos a tomar esta importante decisión, la cual puede ser fundamental para que las fotos de comunión de tu hijo salgan perfectas, sin embargo hay una serie de interrogantes que nos tenemos que hacer.
¿En cuales fotos ves que tu hijo resulte más favorecido? ¿Le gusta posar? ¿Es tímido/a?, etc. Lo normal es que antes de la comunión te lleguen a la cabeza todas estas estas dudas, y seguramente habrá muchas más.
Pero si hay algo que hay que tener muy en claro antes de seleccionar un fotógrafo que se encargue de sacar tus fotos de comunión es cual es el estilo que más se adapta a lo que realmente quieres. Una vez que tengas todo claro, es decir cuando hayas ya definido tu estilo, elige un fotógrafo que se adapte a todos tus criterios y que supla todas tus necesidades en cuanto a las fotos de comunión de tu hijo.
Esta elección es primordial y para acertar tienes que tener en cuenta diversos factores: Es importante que exista química con el fotógrafo, ya que tienes que pensar en que compartirá contigo y tus demás seres queridos asistentes a una jornada demasiado importante en la que el fotógrafo debería ser un apoyo, nunca un estorbo. Tiene que haber buena sintonía entre tú, los demás asistentes y el fotógrafo, para que las fotos de comunión salgan fantásticas.