Terminamos aquí de darte consejos para superar con éxito la marcha de Abraham Olano...eso sí, tenemos que recordarte que la mejor forma de que la afrontes con auténticas garantías de poder acabarla de forma digna es entrenando...que de lo contrario no vas a poder subir los puertos, so perezoso.
Después de subir Atagoiti nos esperan unos kilómetros de falso llano ascendentes que pueden convertirse en un auténtico infierno si no escoges bien tu desarrollo y, sobre todo, el grupo en el que debes de afrontarlos. Por eso aquí ponderar tus fuerzas es fundamental, y si ves que no puedes seguir con comodidad a los del club quizás lo mejor que puedes hacer es aflojar y marchas un poco más despacio...porque lo contrario te acabará resultando fatal. Aprovecha, no obstante, la bajada del puerto, para estirar las piernas y la espalda, porque aun te esperan muchos esfuerzos antes de volver a Tolosa.
Justo antes de iniciar los tres últimos puertos, los de más altitud, los más duros, la organización ha colocado otro avituallamiento, concretamente al paso por Angiozar. No hace falta que te recordemos la importancia de avituallarse correctamente, por lo que deberías parar en este punto y reponer allí fuerzas. Recuerda, una de las claves de estas marchas es comer antes de tener hambre y beber antes de tener sed, así que no tengas miedo de pasarte... Ah, y llévate algo con azúcar para el último tramo, porque quizás lo necesites.
Y es que el final es de aupa: nada menos que enlazar las subidas a San Asensio, Elosua y el duro Urraki. Puerto exigentes pero asequibles, que a estas alturas de la marcha te parecerán auténticas paredes, obstáculos infranqueables que alguna mente perversa ha puesto allí para acabar de darte la puntilla. Así que nada, tómalo con filosofía y mete todo el desarrollo que tengas, porque aquí lo importante es llegar hasta el final, sobrevivir, con independencia del tiempo que necesites para hacerlo.
Eso sí, permítenos un par de consejos más. El primero es que procures siempre llevar el desarrollo más suelto de lo habitual, porque a estas alturas, con todo lo que llevas en las piernas, la aparición de los calambres sería bastante habitual, y podría dar al traste con una bonita mañana de bici. Tampoco es mala idea aprovechar el avituallamiento líquido de Axpeitia, al pie de Urraki, último puerto del día, donde podrás aprovechar para hacer unos estiramientos y prevenir problemas posteriores. La segunda es evidente...mantón los ojos muy abiertos y extrema las precauciones en las bajadas. La fatiga hace que los reflejos se hagan más lentos y las reacciones también. Y piensa que no es solo tu fatiga, sino la de todos los participantes, por lo que habrá que estar con mil ojos en pos de impedir la aparición de problemas.
Y de ahí al final....disfruta, disfruta de la marcha. Disfruta de haber superado un nuevo desafío encima de tu bicicleta. Y de haberte divertido en este día, ¿verdad? Porque para eso venimos, para divertirnos. Y olvídate de tiempos, y del reloj, y de las marcas, hombre...