Ser un buen conductor no sólo depende de garantizar máxima seguridad y responsabilidad en las carreteras, sino también utilizar las mejores prácticas disponibles para cuidar nuestro vehículo. La conducción eficiente se vuelve importante para garantizar máxima durabilidad y buen funcionamiento de nuestro coche.
¿Qué significa conducción eficiente? Conducir de forma uniforme y precavida para que nuestro actuar frente al volante no dañe nuestro vehículo. Claro está que pisar el acelerador a fondo no hace más que dañar nuestro coche, ya sea deformando o desgastando juntas de culata, bielas o cilindros.
En ConTuFamilia disponemos de expertos en la materia que a diario asesoran a conductores y por ello hemos seleccionado 10 consejos para tener una conducción eficiente sin que esto derive en daños a nuestro vehículo:
- Cada marcha a su debido tiempo: Es importante utilizar las marchas cada vez que el terreno y la velocidad así lo requiera. El arranque precisa una primera marcha, pero tras 6 metros de circulación ya puedes cambiar a una segunda para así evitar mayor consumo de gasolina y desgaste del motor.
- El pedal del embrague: No hay que abusar de su uso, sólo hay que utilizarlo al cambiar de marchas de forma rápida (+400 rpm). Evita utilizar el embrague para encender el motor o para frenar.
- Velocidad estable y uniforme: La mejor forma de conducir es por períodos largos y estables de velocidad. Los vaivenes de “arranque-frenado-arranque” no hacen más que desgastar al vehículo como así también aumentar el consumo de gasolina.
- Evitar frenadas precipitadas: Tú como conductor debes ser capaz de anticiparte a ciertos escenarios frecuentes en carretera, como por ejemplo: evitar clavar frenos ante un cambio de semáforo, no optar por el “punto muerto” en calles con pendientes, entre otras ya que implica un desgaste de frenos y un alto consumo de gasolina.
- Temperatura: Intenta ser moderado a la hora de utilizar la calefacción o el aire acondicionado en el interior del vehículo, ya que su uso consume carburante.
- Revisión de neumáticos: Es importante que verifiques el estado de tus neumáticos para así controlar que éstos tienen la presión correcta y, de ser posible, optar por neumáticos con calificación energética de tipo A (IDEA). Recuerda que es importante mantener los neumáticos en buen estado para así garantizar seguridad durante la conducción.
- Visita el taller mecánico regularmente: Consulta con un especialista el estado actual de tu vehículo y confirma que posee los niveles adecuados en una completa revisión técnica (filtros, pastillas de freno, aceite, etc.)
- Maletero y equipaje: El exceso de peso en el interior del vehículo afecta a su rendimiento. Evita exceder el peso recomendado y distribuye correctamente el peso dentro del maletero.
- Si no estás en movimiento, motor apagado: Existe una mala costumbre entre los conductores que es el de estar frenado con el motor encendido. Procura no hacerlo.
- Relajación, suavidad: Estos son conceptos que deben predominar al sentarte frente el volante para una conducción eficiente.