La llegada del buen tiempo es el momento ideal para pensar en instalar una buena iluminación del jardín o la terraza, que nos servirá, entre otras cosas, para disfrutar largas veladas estivales en compañía de nuestros familiares y amigos.
La iluminación exterior cumple importantes funciones a las que en ocasiones no le prestamos suficiente atención. Además del aspecto estético y de ser una buena idea para sacar partido al exterior de cualquier vivienda, tiene un papel muy importante en cuanto a la seguridad, ya que previene accidentes por falta de luz y ahuyenta a posibles intrusos.
Un jardín bien iluminado mejora la sensación de espacio. Colocando puntos de luz en lugares estratégicos podemos realzar diferentes rincones, como fuentes, plantas, árboles, invernaderos o un espacio para cenar.
Un foco orientado hacia ciertos puntos produce juegos de luz y sombras decorativas que realzan las formas de los muebles, maceteros u otros objetos.
Otra de las posibilidades que no debemos dejar de lado por el gran atractivo que se consigue es la iluminación de los espacios acuáticos. Ya se trate de una piscina, un estanque o una fuente, con la instalación de puntos de luz a su alrededor o, incluso, dentro del agua lograremos grandes efectos jugando con luz y color.
FUNCIONES DE LA ILUMINACIÓN EXTERIOR
Mejorar la comodidad y la seguridad del acceso a nuestra vivienda es otra de las ventajas de la iluminación exterior que no debemos desaprovechar. Los focos empotrables y los apliques previenen accidentes ya que nos ayudan a señalizar las zonas de paso, las escaleras, los desniveles del terreno y el umbral de la casa.
Por otra parte, no hay que olvidar que un jardín bien iluminado servirá para disuadir a cualquier intruso que no se podrá servir de la oscuridad para acceder a nuestra propiedad.
La variedad de lámparas de exterior es tan amplia que no resultará complicado encontrar modelos que se adapten a la perfección al estilo de nuestra casa, ya sea rústica, moderna, minimalista o tradicional.
La mayoría de apliques, farolas y focos funcionan con bombillas LED o fluorescentes, que producen luz blanca de gran intensidad a bajo consumo. Para economizar, podemos emplear programadores que enciendan y apaguen las lámparas a la hora deseada. De esta forma nos aseguraremos encontrar nuestro jardín iluminado al llegar a casa y nos despreocuparemos de comprobar que hemos apagado todo antes de irnos a dormir.
Además, si lo que nos preocupa es el consumo energético, podemos recurrir las balizas solares, que producen luz de forma económica y ecológica, no requieren instalación, son resistentes a la intemperie y están diseñadas para funcionar con luz solar.
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