Por eso, reducir la ingesta de sal es un objetivo saludable que todos deberíamos tener para mejorar nuestra dieta, cuidar el corazón y alejarnos de los problemas metabólicos.
Sin embargo, muchos de nosotros nos quejamos de la falta de sabor de la comida sin sal y para solucionar este problema, te ayudaremos con algunos consejos prácticos para reducir la inegesta de sal sin casi percibirlo en el sabor de la comida.
Consejos prácticos:
- No uses sal al cocinar, sólo agrega sal cuando sirvas la comida y no lleves el salero a la mesa.
- Reduce la ingesta de fiambres, embutidos y quesos duros, que además de mucha sal contienen mucha grasa perjudicial para la salud del corazón.
- Utiliza hierbas y condimentos frescos que brinden un sabor característico a los platos y nos permitan obtener un plato sabroso sin mucha sal agregada.
- Incorpora vinagre y limón a las ensaladas y demás platos, porque el sabor ácido de los mismos nos permite reducir el agregado de sal sin que nos demos cuenta.
- Disminuye la ingesta de productos en conserva o enlatados, porque todos ellos tienen, como conservantes, sodio en su composición.
- Incrementa la ingesta de vegetales crudos, porque en su estado natural se percibe más su sodio y por ello, podemos prescindir de la sal para condimentarlos.
- Usa pimienta sin inconvenientes y aceite de oliva, ya que sus sabores particulares no nos dejarán sentir la falta de sal en la preparación.
- Cambia tus panificados por otros sin sal agregada y poco a poco, haz lo mismo con los demás alimentos comprados como quesos, galletas y demás.
- Elabora tu propio caldo para reemplazar al cubo de caldo concentrado comercial, que contiene gran cantidad de sodio.
Éstos sencillos trucos harán que tus comidas tengan menos sodio, estén más saludables e igual de sabrosas o más.