Después del embarazo y el parto, las preocupaciones normales por el desarrollo del bebé se mezclan con algunas personales como los cambios que se viven a nivel físico. El cuerpo cambia durante el embarazo, existiendo un crecimiento del útero, esto hace que los músculos abdominales se expandan y al dar a luz comienza la recuperación. Como siempre, la alimentación es la clave… hay que apostar por una dieta saludable y estar hidratada bebiendo bastante agua. Dos hábitos que beneficiarán doblemente a las mamás que den el pecho ya que, además de en su físico, influirá positivamente en su leche. También la hidratación de la piel con aceite de almendras dulces ayuda a su elasticidad y recuperación.
Flacidez y suelo pélvico
Tras dar a luz, es normal que el abdomen persista abultado (similar a 3 meses de embarazo) durante algunas semanas pues los músculos han estado expandidos durante meses. También el suelo pélvico está resentido ya que ha soportado el peso del bebé.
Rafael Vicetto, fisioterapeuta y especialista en postparto, recomienda “NO hacer abdominales ya que separarán los músculos rectos laterales. Es mejor realizar ejercicios suaves, específicos y de bajo impacto. También es aconsejable caminar todos los días un mínimo de 45 minutos. Actividades como correr o saltar pueden dañar aún más el suelo pélvico”.
Por otra parte, es común que las embarazadas sufran diástasis abdominal, es decir, la separación de los músculos rectos abdominales con rotura de la línea alba. Esta patología va más allá de lo estético, provocando otras dolencias como pérdidas de orina, dolor al mantener relaciones sexuales, estreñimiento, malas digestiones e incluso dolor abdominal. Hay veces que tras el parto los músculos se recuperan por sí solos pero si no es así habría que corregirlo con un tratamiento.
¿Qué puedo hacer?
Se recomienda hacer ejercicios específicos para aumentar la fuerza en la zona lumbar y restaurar el equilibrio entre el abdomen y la espalda. “Tras dar a luz, siempre que se haga cualquier ejercicio es aconsejable sentir el cuerpo y no forzar el abdomen con movimientos de flexión ya que puede dañar aún más la zona. No obstante, una valoración previa del sueño pélvico al mes y medio del parto es fundamental para enfocar el tratamiento más adecuado”, asegura Vicetto.
Aunque durante muchos años para curar la diástasis sólo existía operación, ahora hay un tratamiento no invasivo como alternativa al paso por el quirófano. Stopdiástasis ha desarrollado un sistema basado en ejercicios con un fisioterapeuta, una faja y cambiar ciertos hábitos cotidianos a la hora de moverse, por ejemplo, cómo agacharnos o cogemos al bebé. Los resultados son visibles desde las pocas semanas y su creador asegura que, si se siguen las instrucciones, la mayoría nota una enorme mejoría pasados 21 días. Los abdominales hipopresivos también son muy usados para la recuperación del parto pero no son tan efectivos contra la diástasis.
Cicatriz de cesárea o episiotomía
El aceite puro de Rosa Mosqueta será un buen aliado para recuperar la elasticidad de la piel tras la caída de puntos o cicatrización. No obstante, si existen molestias pasados los meses, un fisioterapeuta puede aplicar hipertermia Indiba o técnicas específicas para aliviar el dolor. En casos graves, las episiotomías pueden molestar incluso años después al orinar, estar sentadas o durante las relaciones sexuales. “Existe incluso un masaje específico para aplicar en las cicatrices, es sencillo y con excelentes resultados desde el primer día”, afirma Vicetto.
Recuerda acudir a un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico y/o postparto para que te informe y ayude en la recuperación.
(Fuente: StopDiástasis)
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