Desde la ropa hasta aquello que comemos. Estas son las reglas a seguir para combatir el sudor.
El sudor es esencial para eliminar los residuos (ácidos, urea, sales minerales…) y regular la temperatura corporal. Ayuda a proteger la piel; el sebo y el sudor son el manto hidrolipídico de nuestra piel. lo malo es cuando sudamos más de lo normal, es decir, se estima que si transpiramos a diario sobre 500 ml de sudor ya tenemos que hacerle frente.
El aumento de las temperaturas amenaza la capacidad de termorregulación fisiológica del cuerpo, sobre todo si a parte del exceso de calor también estamos expuestos a una humedad alta o falta de ventilación.
¿Qué ocurre en estos casos? Aparte de los posibles riesgos para la salud, sobretodo en pacientes con trastornos del corazón, el cuerpo comienza a producir un exceso de sudor que puede afectar a zonas enteras del cuerpo o de forma localizada en zonas especialmente sensibles como por ejemplo, las axilas o la frente, las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Hay que tener presente que la hiperhidrosis, es decir, la sudoración excesiva, también podría esta indicándonos una señal de otra enfermedad subyacente como diabetes, endocarditis, insuficiencia cardíaca, hipertiroidismo, reacciones a ciertos medicamentos, crisis de ansiedad, etc. Por eso insisto en que acudáis a un médico para ver la causa de la sudoración.
De todas formas, podemos seguir una serie de reglas básicas para intentar evitar este exceso de sudor en el cuerpo.
Pon atención a la ropa.
La regla de oro es vestirse siempre con varias capas. Así estaremos preparados para cada cambio de temperatura como por ejemplo cuando pasamos del exterior a un interior con aire acondicionado.
Otro punto a tener en cuenta son los tejidos que elijamos. Debemos evitar la ropa sintética porque no deja que la piel respire, recalienta el cuerpo y no permite la evaporación natural del sudor. ¿Qué podemos usar? Las fibras naturales de seda son ideales, o si no el lino y el algodón, ligero y transpirable. Estos tejidos ayudan a regular la temperatura del cuerpo, manteniendo los niveles de temperatura constantes y absorbiendo la humedad.
Lo mismo ocurre con la lana en invierno, es capaz de aislar el cuerpo y lo protege de las heladas.
Nutrición / hidratación.
Siempre os estoy hablando de la importancia de comer bien, sano y equilibrado. Y de nuevo lo hago para tratar este tema. Decantarse por la fruta y la verdura ricas en antioxidantes y agua es lo mejor para luchar contra el calor y el sudor. Aunque pueda parecer que si bebemos más sudamos más es muy importante compensar las pérdidas de líquidos que se nos van al sudar. Por eso es muy importante hidratarse bien y elegir alimentos que nos hidraten, y mejor si están a temperatura ambiente, no fríos.
Aunque también se le de luz verde a los zumos, batidos o bebidas saludables no está de más recordar que no debemos elegir zumos ya preparados sino hacerlos nosotros, ni bebidas con gas o azucaradas. Estas bebidas en exceso pueden dar lugar a la aparición de cálculos renales. Así lo confirma un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard en Boston (EE.UU.), que fue publicado en el diario Journal of the American Society of Nephrology.
También hay que restringir el consumo de bebidas como la cerveza, los licores y el café. Aunque se pueda pensar de la cerveza que resulta refrescante, e realidad es un mito. Estas bebidas favorecen la diuresis, y por tanto, la deshidratación. Así que aunque nos pueda resultar refrescante cuando la tomamos luego nos deshidrata.
También tened cuidado con la higiene.
Aunque sea una norma general, más aún en verano debemos mantener a raya las bacterias y olores de nuestro cuerpo. Sobretodo en las zonas en las que hay pelo.
Lo ideal es eliminar el vello y usar jabones antibacterianos. En las axilas, por ejemplo, después de la ducha podemos usar vinagre o jugo de limón para hacer friegas. Esto eliminará las malas olores y reducen la cantidad de sudor.
Si salís de casa no dudéis en llevar con vosotros toallitas higiénicas para usar en cuanto os haga falta.