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Consentimiento médico informado electrónico (II). El problema.

Publicado el 09 julio 2010 por Fransanlag @fransanlag

El día 6 de Julio introduje la primera parte de esta serie de post sobre el consentimiento médico informado electrónico.

Hice algunos cálculos, por encima, sobre el gasto en papel y espacio para un hospital de los grandes. No hay que pensar mucho para darse cuenta de la cantidad de ceros que aparecen si pensamos un poco “más a lo grande”. Por ejemplo…. un sistema de salud. Si son unos 1.000 consentimientos informados diarios para un hospital, ¿cuántos pueden ser para todo el Sistema Sanitario Andaluz, 8.000, 10.000?

¿24.000.000 de papeles, dos piscinas olímpicas y media al año de papel?

Bueno, no tengo los datos, así que solo son especulaciones, pero igual podríamos ahorrar mucho espacio, mucho papel, muchos árboles y mucho dinero (que viene muy bien en tiempos de crisis) si sustituimos el papel por el documento electrónico.

Recordemos la propuesta inicial.

Consentimiento médico informado electrónico (II). El problema.

Veamos que problemas plantea esta propuesta, más adelante iremos viendo como podemos resoverlos.

El archivo digital de dichos consentimientos, plantea algunas dudas sobre la validez legal de los documentos digitales almacenados, ya que el consentimiento debe ir firmado por el paciente.

Esta serie de artículos tratará de plantear soluciones en tres aspectos:

  • Ahorro de papel,
  • ahorro de espacio y
  • validez legal de la documentación digital archivada.

Al mismo tiempo se busca un impacto mínimo en los procesos organizativos de información y recogida de los consentimientos en los que están implicados l@s facultativ@s.

Por supuesto, la puesta en marcha de un proyecto como este alcanzaría a toda la estructura organizativa implicada en la recogida, tratamiento y archivo de los consentimientos informados (consultas médicas y archivo de historias clínicas).

Ahora ya conocemos el objeto y el alcance de este hipotético proyecto. El próximo día haré una descripción de todo el proceso, desde la firma del documento por todos los agentes implicados hasta su archivado digital en el repositorio de “consentimientos informados”.


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