No te ha pasado acaso, que te has quedado mirando lelo, Que Te has perdido y no has sentido entonces Que es como un puño todo el olvido entre los ojos.
Así es la cosa, el amor cuando taladra, Las despedidas que no alcanzan, Los besos tan casi siempre húmedos de tanta prisa Y los silencios como otro beso entre las ganas Y es que uno, se queda atolondrado Boquiabierto ante cualquier pronóstico de risa.
La noche del triunfo acariciando, también te ha visto arrinconarte como un niño Y uno busca a veces tocar el suelo con el frío, la yerba con los nervios Y se regala al viento con el pecho Todos cerramos los ojos al respirar profundo Y se sabe de las escondidas que son como un gesto de nostalgia Y reconocemos en la seña de un solitario toda la falta del cariño Pero no entendemos No queremos ver como crecemos hacia el miedo Negamos las reliquias, y una arruga, es mejor que muera en el intento, Irse al diablo es poco cuando vamos revelando las cenizas
Lo desconocido calza a la perfección con las sospechas
Y es lo mismo todo O acaso no te ha pasado eso de quedarte perdido en el espejo de regresar medio ebrio del cristal de un bus y ver ahogado en tedio tu reflejo simplemente es eso uno se descubre caminando, sin rumbo, a la hora de la verdad, como otro tanto idiota que lo derrotó el tiempo.Pero olvidemos esta cosa grave y tan suspensa en el silencio Acaso no has cerrado de golpe un libro como una cachetada entre tu asombro
Esto ya es mucho, mucho del aserrín y de todo el formol que acecha como un gato Mejor abandona este poema, para qué sentirse tan arrebatado y yerto
Rasca allí mejor, por donde huye todo el mundo, de lo eterno.
De estas cosas tan brujas y gitanas, tan herejes y secretas
es mejor no hablar
acaso no sabes que siempre
se sale estupefacto.
Acaso no has pensado…
No te ha pasado acaso, que te quedas mirando lelo,
Te pierdes en lo mudo y todo se te vuelve
De pronto,