Un joven de 16 años alemán y ciudadano de la localidad de Colonia, tuvo un incidente mientras realizaba una excursión en barca, y se le cayó su teléfono móvil en un pequeño lago. Ni corto ni perezoso, tuvo la brillante idea de pretender secar el lago, drenando el agua y vaciarlo en un baño público cercano, para así de esta manera, pretender recuperar su preciado y codicioso tesoro.
El propietario de un parking cercano se cercioró que se le estaba inundando sus instalaciones, y dio la voz de alarma a la policía. Evidentemente este adolescente alemán no consiguió ni mucho menos poder secar el lago, y por descontado encontrar su móvil. Lo único que consiguió fue una multa por parte de la policía alemana, por la cual tendrá que pagar todos los destrozos ocasiones por su genial idea.
Este es un ejemplo muy relevante, para saber qué cosas pueden realizar determinadas personas, para poder recuperar su móvil, en el caso de perderlo, este joven valoraba tantísimo poder recuperar su lista de contactos, que no pensó en ningún momento en las consecuencias que pudiera tener su acción.Muchos en su situación nos hubiera fastidiado bastante perder el móvil dentro del lago, pero no nos hubiera quedado más remedio que aguantarnos y tener más cuidado para que no ocurriera otra vez.
Pero hemos llegado a un punto de adicción, y de dependencia extrema por nuestro teléfono móvil en el día a día, que cada vez es menos raro escuchar situaciones totalmente absurdas y sub realistas, provenientes de personas que han perdido su móvil, y de cosas que han realizado para poder recuperarlo.
Sin darnos cuenta, poco a poco, hemos ido introduciendo nuestro móvil en nuestra vida cada vez más, y ahora lo utilizamos como una parte extensible de nosotros mismos. No podemos estar una hora entera sin mirarlo, sin ver si nos han mandado algún mensaje, o sin nos han llamado. A cualquier sitio al que vayamos, y repito a cualquier sitio, tenemos que ir con nuestro móvil, y sin por algún casual no tenemos cobertura durante un cierto tiempo, nos volvemos nerviosos por estar totalmente desconectados del mundo. Y qué decir, cuando pensamos que lo hemos perdido, entonces el nerviosismo se convierte en histeria.Parece que si no tenemos a nuestro “amigo” al lado, es como si nos faltara algo pero de extremada importancia. Y este comportamiento en muy raras veces tiene vuelta atrás, al contrario, según pasa el tiempo se van creando una mayor adicción y dependencia, de la cual es muy complicado cambiar la tendencia.
A mi parecer lo peor de todo es cuando socialmente la gente se abstrae de tener relaciones personales con los demás, en reuniones con los amigos, familiares, o en sitios públicos, y prefiere estar pendiente de su móvil en vez de hablar cara a cara con los demás, y relacionarse como se ha hecho toda la vida. Como todo, la virtud está en el medio, el móvil nos ayuda muchísimo en nuestra vida cotidiana, pero sí su uso lo llevamos a un extremo, podremos convertir esa utilidad en algo muy, pero que muy negativo para nosotros.
Jmg (fuente imagen, identidadgeek.com) EL ANALISIS DE LA NOTICIA DE AYER http://www.analisisdelasnoticias.blogspot.com.es/