Muchas veces nos cuesta llegar a nuestras metas por la simple razón de no saber lo suficiente acerca de nosotros mismos.Es posible que podamos conocer más a nuestros hijos o parejas que a nosotros ¿cómo puede ser?.
Un día hablando con mi padre, le decía que no sabía que problema tenía para poder concentrarme y estudiar para un exámen específico. Él me pidió que cerrara un momento los ojos y volviera a abrirlos. Cuando los abrí veía ante mí una mancha verde translúcida que no sabía que era. Alejó la mano y descubrí que era un mechero. A veces, cuando un problema está demasiado cerca no somos capaces de saber qué es, ni su tamaño.
Por eso a veces podemos dar mejores soluciones a los problemas de los demás que a los nuestros propios.
Para ver el mechero que tenía ante mis ojos el día que mi padre decidió enseñarme esta lección tenía dos opciones, o preguntarle a él que lo tenía más lejos, o él decidía alejarlo (cosa que sólo pasa con los problemas a lo largo del tiempo) o bien me alejaba yo.
Pero en este post no os quiero hablar de problemas. Os quiero hablar de metas que puedes alcanzar, y no me da con un sólo post. Así que este es sólo el primero de la serie de post que quiero escribir para construir una realidad diferente en la que puedas conseguir la meta que te has propuesto.
Puede que te encuentres en la encrucijada de no saber cual es tu meta. A veces nuestras metas pueden ser difusas, o no tenerlas simplemente. Para empezar tenemos que definir un objetivo. Y este objetivo no puede ser un objetivo simple, debe ser un objetivo difícil, pero alcanzable. El objetivo puede ser amplio, como ser feliz o hacerte rico o ambas cosas, pero debes tomarte tiempo y analizar algo mucho más concreto.
Debes limitarlo en el tiempo. Por ejemplo a 5 años. ¿Cómo es tu vida ideal a 5 años?. Por supuesto el objetivo tiene que ser algo conseguible y que pueda depender de tí mismo. No te de miedo a soñar, la gente consigue cosas extraordinarias. Y no te preocupes que habrá tiempo de redefinirlo.
Los objetivos además deben estar alineados con lo que somos en lo más profundo de nosotros. Quiero decir, que no puede entrar en conflicto con los valores que tenemos. ¿Sabes cuales son tus valores? Quizás deberíamos empezar pensando cuales son tus valores, y quizás para ayudarte a saberlo deberías hacer una lista de los últimos 5 años y las decisiones más importantes que has tomado en ese tiempo. ¿Porqué tomaste esa decisión y no otras? ¿Que otras cosas no hiciste por tomar una decisión? Ahí podrás ver cuales son los valores, pero te puedes chocar de frente con ciertos limitantes que no son buenos como el miedo, o la codicia, o un entorno que te obliga a hacer cosas que no quieres. Haz el ejercicio, escríbelo y descubre qué es lo que eres realmente, cuales son tus verdaderos valores y cuales son los limitantes que a veces te obligan a dejar atrás decisiones que hubieras tomado de otra manera.
Una vez sacas a la luz tus valores, pregúntate de nuevo si el objetivo es correcto para tí. Y a partir de ahí, intentaremos saber qué es lo que puedes hacer por alcanzarlo.
Muchas veces las personas no alcanzas sus metas porque éstas chocan totalmente con sus valores. Hay que separar el deseo de la verdadera pasión, lo que queremos de verdad. Por eso es tan importante atender a los valores que tenemos dentro, lo que somos en realidad, porque sino las metas están equivocadas, y por tanto no podremos alcanzarlas. Más adelante os hablaré de cómo puedes analizarte mejor y establecer un plan para llegar a ellas.
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