Ayer vi "Movie Crazy" y he de reconocer que hacía bastante tiempo que no me reía tanto. Aquí no hay vuelta de hoja. Ni dobles sentidos, ni frases vitriólicas para el recuerdo, ni glamour a destajo como en las screwball comedies. Tampoco estamos hablando del humor verbal surrealista y casi delincuente que utilizaban los Hermanos Marx. Es puro slapstick y la ilimitada capacidad destructiva de Harold Lloyd supera incluso a la del mismísimo inspector Clouseau. Ni que decir tiene que para que este tipo de comedia funcionara todo tenía que estar preparado al milímetro. Y en este caso no es que funcione simplemente, es que es una verdadera maravilla, digna de un genio como Lloyd.
Lo curioso de esta actriz es que no continuó en Hollywood, si no que a mediados de los años 30 y cansada de todo lo que suponía el star system emigró a Inglaterra dedicándose principalmente a actuar en los escenarios teatrales del West End londinense. También siguió haciendo cine allí, aunque poco. Ella es la protagonista, entre otras, de "The Battle of Sexes" dirigida por Charles Chrichton, en la que trabaja junto a Peter Sellers, y de la encantadora comedia de David Lean "Blithe Spirit", de la etapa en la que el director inglés hacía películas menos serias y, parafraseando a Marnie de La Ventana Indiscreta, no eran más largas que un día sin alcohol
Constance Cummings fue nombrada Commander of the British Empire y se le ofreció un título nobiliario vitalicio, pero lo rechazó. Su muerte en 1995 fue muy sentida en Inglaterra, donde era considerada ya como una actriz británica.