Revista En Masculino

Construcción de la masculinidad

Por Vivaconproposito

¿Cómo se construye la masculinidad?

El modelo de hombría ha evolucionado y ya nadie se define como machista. Pero persisten actitudes machistas encubiertas y algunos núcleos se resisten a la igualdad.

Pareciera que la masculinidad se reduce, en el concepto propuesto, a una búsqueda de poder y nada más.  La búsqueda de poder puede ser motivo de cualquier persona, y no necesariamente una del sexo masculino.  La definición necesita un elemento que vincule más directamente esta estructura psíquica a los hombres como hombres, a su experiencia, al cuerpo masculino, y a su conducta.

La identidad masculina es algo que se construye a través de un proceso de aprendizaje. Antes del nacimiento, la familia y el contexto que rodea a los futuros bebés, ya tiene expectativas que más tarde transmitirá a los niños. Después del nacimiento, la familia, la escuela, los amigos, el barrio y el contexto en general moldean y refuerzan las conductas, que se adecuan al modelo imperante de masculinidad, mientras que se reprimen las que no concuerdan con su sexo, es decir las femeninas.

En la construcción de la identidad pueden verse características del modelo patriarcal hegemónico, por lo que no se puede entender el concepto de masculinidad, si no es a través del contexto sociocultural, histórico y económico.

Pero el proceso de creación de la identidad masculina no acaba en la infancia, continua a lo largo de toda la vida, de manera que la gran mayoría de los hombres intentan adecuarse al modelo de varón, que en gran parte, se trata de alejarse del concepto de feminidad lo más posible, así cuanto más alejado de lo femenino, más masculino se considera.

El carácter sociocultural de la identidad masculina, nos hace entender, que este concepto puede ser cambiado, para alcanzar una sociedad más justa. Estos procesos de cambios en la masculinidad patriarcal, se dan lugar a nivel personal y social, como muestra de estos últimos tenemos a los grupos de hombres que buscan compartir aquellas inquietudes que difícilmente surgen en conversaciones con otros varones; en estos se cuestiona la masculinidad tradicional y se analiza de una manera crítica, se toma conciencia de la necesidad de crear nuevas formas de relación entre hombres y mujeres.

Como ya he mencionado, la diferenciación es una de las características más contundentes del desarrollo de la masculinidad, ya que desde pequeños se nos enseña a ser diferentes de la persona con la que más contacto tenemos: la madre; este es un importante factor a destacar, el que la masculinidad se construya en oposición a las mujeres, nos da a entender, que lo femenino es malo y poco digno de poder, lo que produce que muchas mujeres, para poder superar ciertos obstáculos impuestos por hombres, estén renunciando a determinadas características que se consideran femeninas.

Otra característica importante en el desarrollo de esta identidad es la necesidad de ganar la masculinidad, de hacerse hombres, algo que se tiene que conseguir por medio de la lucha del sufrimiento y de la competición.

Bueno, hasta aquí es lo que se dice formalmente en la literatura. Pero a mi gusto, la imagen masculina ha cambiado bastante. Y además, los padres se involucran más en el cuidado de los hijos y han empezado a identificarse más con su rol de padre y miembro de familia.

Sin embargo, el estar a favor de la igualdad no basta. El hombre tiene cada vez una mayor conciencia de igualdad, pero la mayoría ve aún a la mujer como alguien que nutre al hombre y no hay reciprocidad.

Lo que ha cambiado es lo social, no la biología, y eso ha creado muchos mitos. Las mujeres perciben estas transformaciones como un cambio positivo, mientras que algunos hombres se resienten porque han perdido dominio y exclusividad. Pero han ganado en libertad y en reconocer que la vida personal es importante. Unos cambios que aún no han terminado.

La clave ahora es la participación: hay una interrelación más participativa tanto personal como social, entre hombres y mujeres. No es tanto un cambio de papel o de modelo como de funciones.

Sin los hombres comprendemos que no es con fuerza ni violencia como logramos contribuir, no encontraríamos tanta dificultad para presentar y cumplir nuestro propósito en la vida. Y esto solo sucede si hacemos consciencia y aprendemos a interpretar la forma correcta de la masculinidad.

Así que construir la masculinidad significa, deshacernos del dictador que muchos llevamos por dentro.  Además significa insistir en la propagación de la democracia participativa, que incluye el principio de la igualdad de todos los seres humanos y el respeto por sus derechos fundamentales en todas las instituciones y esferas de la vida.

La verdadera virilidad significa una voluntad fuerte guiada por una conciencia delicada.


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