Revisando procesos y estructuras de creación de mensajes
Del cuando, el como, el donde, el qué, quién, porqué y para qué específicos de la entidad corporativa que quiera hacer una transformación a marca. Es preciso recabar toda la información existente en los ámbitos de valor funcional y valor emocional que ha construido la marca para encontrar la diferencia, con la que crear una historia atrayente que se pueda convertir en una aventura a la que invitar a empleados y clientes para compartir experiencias con ellos.
Crear la historia teniendo en cuenta la perfecta construcción de la estructura dramática correcta, que acoja el máximo de posibilidades de desarrollo y que contenga notas de flexibilidad suficientes para soportar el crecimiento al que se verá expuesta en los puntos de encuentro con empleados y clientes.
Desplegada la historia, ella nos dará la personalidad de la marca, y esta nos acercará a la forma y los caminos que tomará el mensaje para comunicarse.
Formas de comunicación: requieren de la toma de decisiones sobre que soportes publicitarios serán los más adecuados para que quede expuesta la historia. Retomar preguntas del porqué y el para qué que justificará la presencia de la historia en los soportes elegidos, dando respuestas que han de buscar ámbitos de interactividad, que manejen de forma óptima el conflicto creativo, despertando la creatividad que provocará la vivencia compartida más adecuada generando así estructuras simples donde compartir experiencias.
La elección de soportes y detección de todos los puntos de encuentro nos facilitará la labor de creación de aventuras con las que invitar a compartir experiencias con empleados y clientes, teniendo en cuenta que la invitación de tener coherencia de principio a fin con todo lo anteriormente expuesto.
Realizada la toma de decisiones, resulta necesario atender a los caminos y las manos con las que encontrará el mensaje para comunicarse de forma correcta; desde artistas que elaboran campañas publicitarias, organizadores de eventos, empleados y clientes que terminaran creando una cultura de marca que vive por encima del Valor Funcional de un modelo de negocio al uso.
Estar por encima del Valor Funcional de la entidad corporativa es descubrir que ésta no solo es un medio, sino que se mueve como una entidad que tiene vida propia, que maneja sentimientos, metas, ideas, retos con los que imprime una energía concreta de movimiento en el mercado abriendo puertas a un futuro de seguridad más consolidado y facilitando bases de implantación de productividad óptimos dando retorno a las inversiones realizadas.
Atender al proceso que vive la comunicación y transmisión de mensajes de marca, dará mayor eficacia a todos los esfuerzos. Evitará carreras que siempre vuelven al mismo punto de partida. Evitará sufrimientos de búsquedas que regresan aportando los mismos resultados. Facilitará resultado óptimos de éxitos nuevos. Creará aperturas. Boca a oreja. Y esperas en la puerta de la casa de productos y servicios que ya no correrán desde el inicio de la carrera.
La empresa tendrá amigos, fans y no empleados y clientes perezosos, reticentes, amoldados, enfadados, desconfiados, sonrientes de media cara que mañana ves igual que ayer, que hoy ves igual que los vas a ver mañana y que exigirán de ti que comiences a hablar de cero o que les sigas aportando lo que ya les has dado una y otra vez, lo que ya ni tienes, lo que ya ni quieres darles, a pesar de que tu rutina manda hacerlo, hasta el agotamiento.
Probar caminos nuevos cuando la necesidad manda o probar caminos nuevos para evitar necesidades que ya no es preciso tener.