¿Por qué quiero hacer esta aclaración? Porque en el vínculo temprano entre madres e hijos dejar fluir los instintos es lo más sano, al igual que en el parto. Aquí la razón hace cortocircuito.
Es cierto que complicaciones en los partos han habido siempre, mucho antes que el hombre decidiera intervenir de manera “científica” en él, y complicaciones y aberraciones en los vínculos humanos también los han habido antes de que la psiquiatría o la psicología intentaran hacer algo al respecto.
Tanto en los partos como en el vínculo de apego, que se construye desde el primer contacto entre madres e hijos, la clave esta en dejar fluir los instintos. Pero cuando esto no es posible, por complicaciones de diversa índole, hasta la mismísima dificultad de dejar fluir los instintos, una intervención adecuada, en el momento correcto, puede salvar una vida, o incluso dos y también la delicada construcción de un sano y fuerte vínculo de apego, con todas las consecuencias que esto tiene en el desarrollo global del individuo.
En la página del IAN (Internacional Attachment Network) se define la teoría del apego como :“una manera de entender porqué los seres humanos tienden a formar vínculos específicos y duraderos con otras personas y porqué las interrupciones y los conflictos en estas relaciones pueden dar lugar a trastornos psicológicos, psicosomáticos y psicosociales”.
Se puede entender entonces porque para los psicólogos es tan importante entender con claridad este fenómeno. Como dice la página del IAN:
“Los vínculos de apego son necesarios a lo largo del ciclo vital pero son aún más importantes en la niñez temprana, ya que tienden a influir de manera importante el desarrollo de la personalidad.”
Y también porque muchas veces la ayuda profesional puede ayudar a sanar lo que en forma natural no se dio de la manera “ideal”. Ya sea en los comienzos mismo del establecimiento de este vínculo (para lo cual las doulas durante el puerperio serían las figuras privilegiadas para este tipo de intervención) o en la vida adulta (donde los terapeutas juegan un rol fundamental)
Para ilustrar claramente a lo que me refiero, cuando hago referencia a que en la construcción del vínculo de apego lo mejor es dejar que los instintos afloren y fluyan, le pedí a Laura Bernhein reproducir uno de sus post(octubre 2008) de Familia Natural que lo ilustra maravillosamente:
“Hace tiempo que quiero escribir un post sobre qué es la crianza con apego, porque a ella está dedicada este blog.
No estaba segura de cómo encarar el tema, porque si bien podría encontrar una definición “formal”, para mí criar con apego es criar con la intuición.
Pensé entonces en entrevistar a un “experto”, pero después me dije “¿Por qué? Si la escencia de la crianza con apego es que todos los padres somos expertos en…¡nuestros propios hijos!”.
Así que me pareció que lo mejor era citar a varias expertas en sus propios hijos: las mamacitas “apegadas” de laComunidad Familia Natural
Voy a compilar los comentarios que hicimos todas cuando respondimos a las discusiones sobre la crianza con apego.
Martha. Criar con apego es enamorarte de tu hijo desde el momento de su nacimiento, y crear lazos irrompibles para siempre. “¿Cómo?” -me dirás-, pués muy fácil: amamantándolo, conectándote con él, mirando sus ojos, su boquita, sus manitas, su rostro…
Ceci. Criar con apego es despegarse de la parte racional, “opinóloga”, y dejar fluir. Es eso que nos pasa, que nos sale, que sentimos…
Martha. Es “empatizar”, ponerse en el lugar de tu hijo, entender sus necesidades, sus rabietas, sus frustraciones, sus inseguridades, sus conflictos y suspor qué. Es brindar confianza, compañía, ser guía y ser INCONDICIONAL…
Carito. En mi casa había un lema de oro: “No le hagas al otro lo que no te gusta que te hagan” …Siempre me pongo en el lugar de mi hija antes de actuar. Además, ella es el amor más grande que tengo en la vida…y no se me ocurre hacer otra cosa que no sea hacerla sentir bien, que esté a gusto. Creo que se puede tener autoridad sin violencia y sin gritos.
Paula. Muchos aspectos familiares serían exactamente iguales aunque no hubiese leído NADA sobre la crianza con apego. Es decir, yo estaba segura de que iba a amamantar -obviamente, estar informada me ayudó a superar las dificultades-, y siempre hubiese sido sensible a las necesidades de mi bebé. Con respecto al sueño, de no haber leído nada al respecto, quizás sí hubiese intentado que durmiera en su cuna (pero sin llorar, eh!), y si no lo conseguía, quizás lo hubiese pasado a la cama, no sé…
Yo.Nunca nos preocupamos por comprarle una cuna, y el cochecito lo compramos cuando tenía seis meses, lo usamos diez veces y ya esta “archivado” en el sótano porque usamos el portabebés. Siempre supimos que lo único que “no le podía faltar” era el amor incondicional de su mamá y su papá.
Carito. Creo que tiene que ver con ser PAPÁS CONCIENTES, y con actuar sabiendo que no somos dueños de nuestros hijos sino que somos las personas que lo vamos a guiar y apoyar en muchos aspectos pero sobre todo en lo emocional.
Yo. Para mi criar con apego es criar con AMOR, en la única forma que el amor existe, que es INCONDICIONALMENTE.
Alejandra. A veces…si alguien dice “Qué feliz que es Vicky” yo respondo, “Claro, es que nació en casa, toma teta aún por sus casi tres años, nadie la castiga, ni le pega, somos respetuosos de sus necesidades, duerme con nosotros y la hemos tenido aupa 100 por ciento de sus ganas”…
Cecienlistó las frases “conocidas” que NO tienen que ver con la crianza con apego:* Dejar llorar fortalece los pulmones.* No te dejes tomar el tiempo…¡son muy vivos estos mocosos!* ¿En tu cama?…¡No lo vas a sacar más!* ¡¿Todavía toma teta?!…Yo conozco una amiga de una prima, de una vecina de la hermana de una tía de mi cuñada…que la tuvo que mandar al psicólogo de tanto darle teta…* Con eso que la llevas aupa todo el día vas a terminar hecha bolsa de la espalda…* ¡¿No empezaste a trabajar todavía!?Violeta. Cuando ví a Lolita me enamoré locamente en un segundo, quedé trastornada de amor por largo tiempo. Ninguna teoría y solamente este amor me llevó a dejar el trabajo para estar todo el día juntas (nos empobrecimos bastantes), hacer lactancia a demanda y prolongada, y practicar el colecho desde el principio (para los que dicen “no lo sacas más de la cama” les cuento que cuando nació Lisa y ya éramos cuatro en la cama, Lola dijo una noche “me voy a mi cama, tengo calor” y se fue arrastrando la almohada y nunca más volvió)
¡Gracias mujeres por sus palabras amorosas, divertidas y sabias!"
En Madrid, del 22 al 24 de octubre se celebra la X Jornadas de Apego y Salud Mental, para los profesionales e interesados que puedan asistir es una excelente oportunidad para informarse sobre un tema crucial en el desarrollo humano.
Para todas las mamás que leen esto también les puedo decir: quédense tranquilas, es posible una crianza con apego sin saber nada del tema. Sin embargo, informarse no daña a nadie, siempre que prime el instinto y criterio propio sobre la opinión de los otros. Al verdadero instinto maternal no hay libro que le gane.
¿Cuál es el verdadero instinto maternal?: aquel que no esta plagado de prejuicios, opiniones, enojos y resentimientos viejos, aquel donde no hay miedo sino seguridades, con el que yo me siento bien y a gusto y veo bien y a gusto a mi hijo, aquel en el que hay una respuesta a cada llanto, aquel donde prima el contacto, calor y sostén de un cuerpo, aquel con el cual yo puedo satisfacer todas las necesidades de mi hijo.
¿Cómo definirían el instinto maternal? Sé que muchas mamás se preguntan ¿y cómo sé si estoy haciendo lo correcto?, mamás con experiencia ¿que les responderían?