El año pasado en plena pandemia el calendario escolar nos regalo la preciosa tarea de hablar de la Vía Láctea y del sistema solar en pleno encierro . Consumimos muchos vídeos hicimos esquelas colocamos planetas en lasa paredes del salón... millones de cosas que me parecieron en su momento brillantes pero que finalmente han cristalizado en la ausencia absoluta de conocimientos por parte de la criatura. Sacarle de decir un par de planetas sueltos es una utopía. Y no os voy a engañar dedicamos horas enteras a ese conocimiento yo aprendí una barbaridad sobre lunas satélites y temperaturas de superficie no lo voy a negar puedo recitar cuanto tarda en dar una vuelta al sol cada uno de los planetas e incluso casi he conseguido dejar de decir Plutón al recitarlos pero creo que eso no pasará jamás Plutón para la generación de EGB siempre estará en ese lugar precioso al final de la lista por mucho que adquieran relegarlo a planetoide.
Por eso y por la fascinación que siento hacia los planetas este Construyo el Sistema Solar de Larousse me parece irresistible. Se trata de una combinación perfecta entre libro y manualidad y propone de una parte leer contenido sobre los planetas que forman el sistema solar con increíbles imágenes y diagramas y por otra construir tu propia maqueta de forma práctica pero super efectiva para observar las órbitas las distancias o los tamaños a escala de los planetas. ¿Se le puede pedir más? Sí pero ya os aviso que todo lo que le podáis pedir lo tendréis en este volumen.
Por sus dimensiones podemos decir que se trata de un libro educativo de gran formato. Sobre todo por el grosor ya que la maqueta desmontada se guarda en un compartimento especial dentro del propio libro. Lo componen dos partes la primera de ellas es un libro de 64 páginas totalmente ilustradas con información sobre el sistema solar. Es una información especialmente adaptada ara la etapa de primaria y totalmente indicada a partir de 8 o 9 años. Además de las ilustraciones y fotos son una maravilla y el contenido mezcla datos técnicos relevantes y anécdotas haciendo que la lectura sea muy sencilla y fácil para ellos. Crea en los pequeños lectores bastante interés de forma que no lo ven como un libro de estudio no como una forma de aprender de manera libre sobre un tema que les resulta fascinante.
Por otra parte tenemos la maqueta compuesta por 27 piezas encajables de cartón duro fácil de montar (y desmontar) que además queda precioso como decoración en la habitación. Si te decantas por volver a ponerlo en su sitio es posible pone las piezas de forma cómoda en su sitio y mantenerlo recogido para hacer el puzzle las veces que necesites garantizando la integridad de las piezas pero también que pueden practicar el orden del Sistema solar siguiendo las fáciles instrucciones.
No voy a negar que aún tenemos lagunas importantes a la hora de establecer donde está cada planeta o recordar sus nombres pero si hemos sembrado una semilla para que le interese el tema del espacio. Hace preguntas sobre la gravedad o la posibilidad de llegar en naves espaciales a visitar diferentes planetas dentro de nuestro sistema solar. Obviamente las conversaciones son muy divertidas porque su concepto del tiempo y del espacio es muy limitado y piensa que llegar a la luna o a Marte es como hacer un viaje a la playa pero poco a poco va entendiendo la dimensión del espacio y el lugar que ocupamos en él. También ha abierto la veda para explicar lo maravilloso de la atmósfera las condiciones para que se de vida en un planeta determinado y no en otro pero por supuesto la joya de la corona que una vez agotemos nuestros recursos encontrar otro planeta habitable es una tarea casi imposible. Es decir nuestro pequeño proyecto de científico está en proceso de hacerse preguntas y es ahí donde la información que adquiera a través del libro leva a ser útil.
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