Revista Salud y Bienestar
Cada año se publican una decena de informes sobre el futuro del sistema sanitario, puede que incluso sean más. En todos ellos, da igual el enfoque que tengan, siempre se habla del uso de herramientas virtuales para mejorar la atención al paciente. Curiosamente, estas últimas semanas se han publicado dos experiencias muy interesantes sobre este tema, y para evitar que el tiempo las acabe hundiendo en el olvido, hemos decidido comentarlas para que así nos ayuden a reflexionar o incluso copiar.Por un lado, tenemos Skype. Sí, sí, hablamos de Skype, esa aplicación que seguro que has utilizado alguna vez. No es algo nuevo, y de hecho en Estados Unidos es muy habitual encontrar empresas que ofrecen consultas virtuales de este tipo como Doctor on Demand, Plush Care o Teladoc. Pero quizás en el entorno de un sistema público no es tan habitual verlo (no es lo mismo cambiar una consulta que varios centros o una ciudad completa), y por eso nos ha llamado la atención ver varias experiencias de uso en el NHS, una más centrada en apoyo a residencias y centros sociosanitarios, y la otra en el ámbito de atención primaria. En Manchester se ha creado un equipo de guardia que atiende por Skype, y que se centra en atender a los pacientes que están en residencias o centros sociosanitarios. Los profesionales que trabajan en estos centros avisan al equipo de guardia (especializado en cuidados a distancia) y se intenta resolver el problema usando Skype. Según cuentan en esta nota del NHS, se ha reducido el uso de transporte urgente y además muchos problemas se han resuelto directamente durante la videollamada por Skype. Y no solo eso, algunos centros de salud iniciaron en 2014 un proyecto piloto para atender a pacientes de forma virtual usando Skype. El proyecto piloto acabó, pero siguen ofreciendo el servicio, como en Cavendish. Además, todavía se pueden consultar los documentos técnicos y los procedimientos utilizados durante el desarrollo del proyecto, que pueden servir de inspiración para poner en marcha servicios similares.
Y para acabar, nada como comentar la experiencia virtual de Finlandia. Hace unos días podíamos leer una noticia sobre el "club del almuerzo" que se ha puesto en marcha en Helsinki. Se trata del servicio de atención domiciliaria que ofrece la posibilidad del seguimiento a distancia, que incluye la entrega de una tableta a los usuarios para conectar con el centro de control (coordinado por enfermeras) que realizan actividades grupales y seguimiento individual. Esta actividad nos recuerda mucho a lo que comentamos hace unos meses sobre el uso de mascotas virtuales para reducir la soledad de las personas mayores que viven solas.Puede que estas experiencias no duren más de un par de años, o quizás se acaben poniendo de moda, quién sabe. Pero se trata de experiencias centradas en usar herramientas al alcance de cualquier profesional, que se ofertan como algo opcional (como un plan B) y que buscan mejorar los cuidados que se prestan al paciente. Ya lo dice la OMS: lo virtual debe ser complementario.Los informes seguirán hablando del futuro, pero en muchas zonas esto ya es una realidad (o podría serlo). Habrá que cambiar los procesos y la tecnología, y además habrá que formar a profesionales y usuarios, pero quizás sea el momento de abandonar los informes y empezar a priorizar y a incluir en la agenda este tipo de iniciativas. Pero ojo, que no estamos descubriendo nada nuevo, que estas herramientas existen desde hace unos cuantos años. Ya lo decía Julio Mayol en 2011 en un post dedicado a hablar de Skype y médicos: "En cualquier caso, sería interesante explorar esas posibilidades antes de recharzarlas".