Consultar a un dermatólogo cuando…

No siempre se acude al dermatólogo ante lesiones que ocurren en la piel. El Dr. Didac Barco, dermatólogo, explica en este artículo algunos síntomas que precisan consultar con un dermatólogo.

La Dermatología es una especialidad médico-quirúrgica que en los últimos años ha experimentado una demanda creciente por parte de los pacientes, cada vez son más conscientes de la importancia que puede tener el cuidado de la piel y sus manifestaciones.

No obstante, los profesionales seguimos encontrando algunos casos en los que el paciente ha demorado en exceso su consulta con el dermatólogo, favoreciendo que la enfermedad que pueda presentar en la piel sea más grave y de peor pronóstico que si le hubieran atendido previamente.

Consultar con un dermatólogo cuando…

Por este motivo a continuación comentaremos algunos signos y síntomas que pueden presentarse en enfermedades potencialmente peligrosas y ante los cuales es imperativo consultar con su dermatólogo. Citamos los más habituales:

• Aparición de una lesión cutánea irregular. Cuando aparece una lesión cutánea que persiste y que presenta un aspecto irregular (distintos colores, forma espiculada, crecimiento progresivo, tacto plano y abultado simultáneamente) hay que consultar con un dermatólogo para que valore su naturaleza. La mayoría de veces, los tumores cutáneos, y en especial el melanoma, tiene un aspecto irregular no homogéneo.
• Cambios en una lesión pigmentada previa: regla ABCDE. Hace referencia a las características que habitualmente presenta un melanoma o un lunar con riesgo de degenerar a este, por lo que se debe consultar con un dermatólogo cuando estén presentes:
  • A de asimetría. Irregularidad en la forma, el color o la superficie.
  • B de bordes. Contornos irregulares o mal definidos.
  • C de color. Lunares de distintos colores o muy negros.
  • D de diámetro. Un tamaño mayor de 5-6 mm.
  • E de evolución. Lunares que han aparecido o cambiado recientemente.

En general con una sencilla exploración mediante Dermatoscopía (lupa de aumento con luz polarizada), que puede ser digitalizada si lo requiere, es posible evaluar las características de la lesión y poder emitir un diagnóstico precoz y seguro sin ocasionar ninguna molestia al paciente.

• Costra persistente. Muchas de las lesiones que se presentan como una costra que se desprende y vuelve a aparecer de forma cíclica suelen esconder una lesión maligna o pre-maligna, como una queratosis actínica, un carcinoma basocelular, o un carcinoma escamoso. Por ello, será necesario consultar con el dermatólogo dicha costra.
• Sangrado repetido. Los carcinomas basocelulares o escamosos pueden dar como signo un sangrado escaso ocasional pero repetido en el tiempo.
• Picor generalizado persistente. Algunas enfermedades internas se manifiestan como picor generalizado sin ninguna lesión cutánea. Entre ellas figuran la insuficiencia hepática o renal, las colestasis o las neoplasias hematológicas.

En conclusión, siempre que se observe alguno de estos signos o combinaciones de los mismos, es recomendable consultar con un dermatólogo precozmente para descartar que no estemos delante de una neoplasia de piel o bien ante una manifestación de una enfermedad interna.