Los hábitos de compra han variado mucho en estos últimos 20 años. Comprar en mercadillos poco higénicos y sin ningún servicio era cosa de todos los días; las tiendas del barrio eran los principales lugares donde los consumidores compraban todo tipo de productos y las ferias que se organizaban para determinadas festividades presentaban los “últimos” atractivos del mercado.
Ya a inicios de siglo, los malls, los supermercados y otros centros comerciales reemplazaron a los tradicionales centros de abastos. El orden, la limpieza, el “peso exacto” y la variedad de la oferta satisfacieron a un cada vez más exigente cliente. Hoy hay arroz en diversas presentaciones y precios, leche evaporada “deslactosada”, salsas de todo tipo pisco de diversas cepas y variedades. Algo impensable 20 años atrás, época que empezábamos a salir de una feroz crisis económica en el Perú y gran parte de América Latina.
El crecimiento económico trajo consigo una amplia oferta de bienes y servicios y ésta respondió a los cambios del mercado. Los consumidores de hoy ya no son los de hace 20 años, evidentemente. La frecuencia de compra y los estilos de la misma han cambiado. Ahora la gente compra marca y no solo por efecto precio. En todo el Perú y América Latina la inversión en malls y strip centers es significativa y ello ha contribuido a alentar la inversión y con ello el empleo. Lugares en Lima que antes no ofrecían un flujo de clientes, hoy son exitosos lugares de ventas. Los centros comerciales hoy ofrecen también una variada oferta gastronómica en la variedad de “patios de comidas” y también variados restaurantes gourmets. Estos cambios han traído consigo también diversos actores del mercado que se han visto perjudicados como los bodegueros de antaño o los comerciantes de “paraditas” (mercados que se asentaban en forma precaria en plena vía pública); sin embargo las oportunidades también se han presentado para esos comerciantes. Las estadísticas nos muestran una reducción importante de la pobreza extrema y una consolidación de una clase media, motor de toda economía en crecimiento. Un sector, por ejemplo, que muestra los cambios en el mercado es el dedicado a la comercialización de libros. Las librerías, lugares que habían sido “fagocitadas” por la crisis, han vuelto a resurgir a través de importantes cadenas como Crisol y ello lógicamente se ha dado porque hay lectores con capacidad de compra. Otro sector que ha revolucionado el mercado es el de electrodomésticos (tvs) y aquel vinculado a la tecnología (celulares inteligentes, tabs, discos externos con capacidad mayor a un terabyte, etc). Hoy la vida diaria de un consumidor no es la misma pues la comunicación se da en segundos, las noticias “vuelan”, es decir la conectividad permite un cumulo de conocimientos casi infinitos. Y todas en gran parte somos parte de esta gran vía de cambios y acceso al mundo de las tic´s y nuevas formas de compra, consumo y gustos. Sin embargo, tú como mujer conciente y amigable con el medio ambiente, debes hacer un consumo sostenible y responsable.Un ciber abrazo, desde este lado de la mágica bruma
Tus amigas de
MUJER HOY