Malos tiempos para la cultura... La subida del IVA cultural comienza a hacer mellar en multitud de empresas e iniciativas... El consumo cultural pasa por sus horas más bajas..."No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar nunca a las reivindicaciones culturales. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan".
Estas palabras las pronunció un poeta granadino, un tal Federico García Lorca, hace 80 años, durante la inauguración de la biblioteca de su pueblo natal. Desgraciadamente, las palabras del poeta cobran inusitada y trágica actualidad en este momento concreto, mientras contemplamos como el sector cultural de nuestro país se desploma. Una vez más la cultura es ese ámbito prescindible de nuestras vidas, ese ámbito que puede ser maltratado, ignorado o suprimido sin ningún pudor. La explicación de este mal momento por el que atraviesa la cultura es muy simple. Consumimos menos cultura, compramos menos música, menos cuadros, vamos menos al cine o al teatro, apenas nos detenemos en la sección de novedades en las librerías. Es una realidad, pero una realidad que es fácil de entender para una gran mayoría. ¿Si apenas tenemos dinero para pagar la hipoteca, vestirnos decentemente o comer, cómo vamos a tener dinero para consumir cultura? Muy fácil la respuesta, podemos admitirla como válida. Lo que es incomprensible, lo que no podemos admitir, es que cuando la ciudadanía tiene mayores dificultades para acceder a la cultura el Gobierno de Rajoy decida encarecerla aún más, casi triplicando el porcentaje de IVA que se le aplica, pasando del 8 al 21%. En realidad, este gobierno, empeñado en estrangularnos lentamente como si quisiera comprobar cuánto tiempo podemos aguantar con vida sin respirar, ha subido la práctica totalidad de los impuestos que nos afectan en nuestra vida diaria. Cada vez es más caro todo, y cada vez tenemos menos. Si el fin es recaudatorio, si sólo se trata de dinero, no se puede hacer peor, ya que la subida de impuestos lo único que propicia es la drástica reducción del consumo. Gastamos menos en todo, hasta en combustible, y es que desplazarse en tu propio automóvil comienza a convertirse en un auténtico lujo. Todos los consumos han descendido, todos. Me temo que tras la subida del IVA cultural se encuentra una mera argumentación ideológica: posibilitar el acceso a la cultura a unos cuantos, a unos pocos elegidos, a los que más tienen, a los de siempre. Pero es que no sólo hablamos de un justo e igualitario acceso a la cultura, la herida es más profunda. Pasemos del componente social al componente pecuniario, hablemos de ... sigue leyendo en El Día de Córdoba