Diferencias entre Consumo preferente y Caducidad
Consumo preferente y caducidad son dos conceptos frecuentemente confundidos entre los consumidores, cuando resulta muy importante conocer el significado de ambos para evitar intoxicaciones alimentarias.
La tan extendida técnica de oler el alimento para conocer su estado no es ni mucho menos infalible y no debe usarse como indicativo.
Un olor fuerte es prueba suficiente de que está estropeado y no es comestible. Pero no viceversa: si no huele, es comestible.
Conocer e interpretar la caducidad y consumo preferente debe ser algo que todo consumidor debería conocer.
Fecha de caducidad
La fecha de caducidad indica la fecha tras la cual el alimento no debe consumirse, ya que su estado puede verse afectado y es muy posible que esté contaminado o que haya comenzado a descomponerse.
Es importante seguir las instrucciones de conservación del producto para conservarlo adecuadamente, por ejemplo "mantener entre 2 - 4 º C".
La fecha de caducidad suele usarse en alimentos muy sensibles y perecederos como carnes, pescados o mariscos.
Es decir, no se pueden consumir alimentos ni productos que han superado su fecha de caducidad, porque supone un riesgo para la salud
Tampoco se pueden congelar alimentos caducados.
Si quieres alargar la vida de productos que caducan pronto congélalos cuanto antes.
Fecha de consumo preferente
La fecha de consumo preferente hace referencia a la fecha hasta la que el fabricante garantiza la totalidad de las propiedades y calidad del producto. Transcurrida esa fecha, el producto normalmente pierde calidad por modificaciones en su textura, color, etc. y se vuelve por ejemplo más duro o rancio.
Pero tras la fecha de consumo preferente -en principio- no hay riesgo de contaminación o microbiólógico, siempre que el envase se haya mantenido intacto.
Si el producto ha pasado la fecha de consumo preferente pero el envase está intacto, puede consumirlo.
En cualquier caso siga siempre las instrucciones de conservación indicadas en el envase o el etiquetado, como "mantener en la nevera o una vez abierto consumir en tres días".
La fecha de consumo preferente aparece sobre todo en congelados, alimentos desecados como legumbres, pasta, arroz, alimentos enlatados y otros alimentos como el chocolate o el aceite. En general se usa en alimentos que por la naturaleza propia del alimento o por la forma de venta del producto son menos sensibles a la alteración y contaminación microbiana.