En diciembre del pasado año hablaba en este blog de los programas informáticos preparados para la contabilidad B y el problema que suponían. Es evidente que algo que se comercializa para una finalidad como esta, antes o después llega a oídos de Hacienda, y una vez ha llegado, seguirle la pista y tirar de la manta resulta relativamente fácil. De hecho, yo hablaba de ello en diciembre, y solo dos meses después se destapa una macrorredada fiscal de Hacienda dirigida contra gran parte de las empresas cárnicas, donde la contabilidad B, no solo parece ser que es habitual, sino que en algunos casos el porcentaje llega a ser escandaloso. Denominador común: programas preparados para la contabilidad B. Lo dicho, un peligro. El que quiera manejar contabilidad B debería de hacerlo de otro modo si no quiere llevarse una sorpresa de estas.
¿Hasta dónde llega la contabilidad B de las empresas cárnicas?
La contabilidad b en la industria cárnica llega al 94%
La operación contra la contabilidad B de estas empresas ha sido denominada Presunto (así es como se escribe jamón en portugués). Esta semana han registrado de manera coordinada la sede de setenta y tres sociedades que abarcan toda la cadena de producción del sector, llegando hasta el comercio minorista, en quince comunidades autónomas.
Han intervenido en la operación 330 funcionarios de la Agencia Tributaria. Las pistas, además del asunto de los programas informáticos de contabilidad B, han llegado de otras fuentes: por una parte de la información obtenida de los bienes declarados en el extranjero. ¿Recuerdan este asunto? ¿Alguien creía que eso no iba a traer consecuencias? ¿Que era solo para recopilar información? Nada es casualidad ni se hace sin ningún objetivo en concreto.
¿Y recuerdan aquello de los registros de las cajas de seguridad de los bancos? Eso ocurrió en 2012-2013, y sí, también ha servido para atar cabos. Esas dos cuestiones, unidas al alto nivel de vida que algunos de estos empresarios llevaban públicamente (a pesar de que declaraban pérdidas), ha acabado en esta macrooperación. Una operación, con registros incluidos pero que, por tratarse de un asunto administrativo, no ha implicado detenciones, aunque en vista del importante volumen de lo encontrado, no creo que se descarte tal posibilidad por delito fiscal y blanqueo de capitales.
Encontrar el software de doble uso que incluye la contabilidad B ha dejado con el culo al aire a estos empresarios, que lo van a tener difícil de explicar. En alguno de los casos, los desvíos hacia la contabilidad B no eran precisamente pequeños, llegando hasta el 94%, lo que quiere decir que solo se «facturaba» el 6%.
La pregunta que yo me hago no es una pregunta fiscal; no es precisamente la contabilidad B lo que a mí podría preocuparme en un caso como este, lo que me preocuparía, y de hecho, lo que me pregunto, es… ¿Qué pasa con los controles sanitarios? ¿Al igual que se desvían estas enormes cantidades a la contabilidad B… no ocurrirá lo mismo con los controles de sanidad? Porque si esas ventas «no existen»… Y eso sí que me parece un problema, porque si tal cantidad de carne se comercializa bajo mano… ¿qué podemos estar comiéndonos?
Otra de las «pistas» que ha seguido Hacienda ha sido el importante margen comercial del sector cárnico. Según parece, los precios de venta al público llegan a quintuplicar el coste, lo cual puede ser abusivo pero es perfectamente legal. Pero claro, si el beneficio es tan grande… ¿cómo había empresas que declaraban pérdidas?
El beneficio medio de los 650 millones anuales investigados era de apenas un 1%, evidentemente muy por debajo de la realidad sabida.
Ramón Cerdá
Contabilidad B en empresas cárnicas was last modified: febrero 20th, 2016 by Ramón Cerdá