Contacto. Contact. Carl Sagan. 1985
Contacto es una novela de ciencia ficción dura del subgénero de primer contacto con una civilización extraterrestre del fallecido escritor, astrónomo, astrofísico y divulgador científico norteamericano Carl Sagan.
La Dra. Eleanor "Ellie" Harroway es la directora del proyecto Argos, una instalación de radio satélites en Nuevo México que forman parte del SETI, el proyecto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre.
Los radio telescopios reciben una señal del sistema solar Vega, una secuencia de números primos, obviamente esta transmisión no puede existir de forma natural.
Un análisis más exhaustivo revela que aplicando una modulación de la polarización en la transmisión existe un segundo mensaje, este resulta ser un vídeo de las trasmisiones de las olimpiadas de Berlín de 1936.
Pero lo más interesante es un tercer mensaje encubierto en el cual se envía las instrucciones para crear una maquina, aunque no se explica para que puede servir.
La construcción de esta maquina genera un conflicto mundial, pues los gobernantes temen que pueda ser una arma por parte de los extraterrestres, o hasta un "caballo de troya" donde se podrían transportar aliens para invadir la Tierra.
La humanidad se prepara para realizar el primer contacto con una civilización extraterrestre.
En 1997 Robert Zemeckis dirigió la versión fílmica de la novela. Protagonizada por Jodie Foster y Matthew McConaughey. La película tiene una trama muy parecida al libro.
Batalle mucho para acabar el libro, el principal problema es que ya había visto la película con anterioridad y la novela no me deparaba muchas sorpresas.
Carl Sagan ha sido el mejor divulgador científico de la historia, disfrute mucho el programa Cosmos cuando era niño y estoy seguro que como a mi Sagan afectó a varias generaciones de personas para sentir un aprecio inconmensurable por la ciencia.
Por méritos propios pienso que la novela ganó justificadamente el premio Locus en 1986, Sagan usa buena parte de la trama para confrontar los puntos de vista científicos y teológicos. Y sale bien librado, pues no deja mal parada a la religión, como tan grotescamente lo hace Richard Dawkins.
Un clásico del genero que no ha envejecido tan mal.