Un nuevo virus de origen desconocido amenaza con diezmar la población de todo el planeta. Ante esta situación de riesgo, organizaciones como el CDC y la OMS inician una serie de lentos protocolos de control e investigación, mientras que miles de personas deben enfrentarse a la incertidumbre y la paranoia que desencadena una pandemia global.
Desde su debut en el circuito independiente, el cineasta estadounidense Steven Soderbergh ha mantenido un ritmo frenético de trabajo, filmando alrededor de una película al año y siempre involucrándose por completo en sus proyectos, en los que, además de la dirección, se suele encargar de la fotografía y de supervisar el guión. A lo largo de su carrera ha experimentado con distintos géneros, rodando aclamados dramas criminales (Traffic), thrillers de éxito con un reparto de estrellas (la trilogía Ocean's) y hasta comedias (El Soplón). A pesar de haber anunciado su retiro temporal del cine, todavía tiene unas cuatro películas pendientes de estreno sin incluir la que hoy nos ocupa, Contagio, en la que se reunió con Scott Z. Burns, guionista de la saga Bourne y la mencionada El Soplón.
Al contrario que otras películas de corte catastrófico, Contagio opta por un enfoque realista y se limita a reflejar los distintos protocolos y reacciones humanas que dispararía una hipotética epidemia mundial, muy similar a las que hemos sufrido recientemente. Para cumplir semejante propósito, Contagio nos presenta una historia coral, en la que cada personaje refleja uno de los múltiples efectos que el virus tiene sobre la población: el lento proceso de investigación y búsqueda de una cura que emprenden los organismos gubernamentales, los negocios de las empresas farmacéuticas aprovechando la situación, el miedo y paranoia que propagan los medios de comunicación, y, por supuesto, los estragos y devastación que la pandemia causa en los ciudadanos de a pie.
Con este planteamiento, Soderbergh se decanta por un estilo con fuertes toques de documental que da un aspecto todavía más realista a la elaborada puesta en escena. Sin embargo, aunque la incómoda banda sonora compuesta por Cliff Martínez (habitual del director) contribuye a incrementar la tensión, la emoción y el ritmo de Contagio decaen en su tramo final, en parte debido a su enfoque coral y a su ruptura con las convenciones de las películas catastrofistas; lo cual, por otra parte, no provoca que los espectadores perdamos interés por la historia, sino que nos quede la sensación de un apartado final un tanto prolongado y alejado de la fuerza de los minutos inciales de metraje.
Para la ocasión, Soderbergh ha conseguido reunir a un reparto de auténtico lujo, con actrices y actores que demuestran de nuevo su gran talento interpretativo a pesar de no disfrutar de demasiados minutos en pantalla y ofrecer pequeñas pinceladas de sus personajes debido al carácter coral de la película. En el trío protagonista nos encontramos con tres personajes bien diferenciados como son los de Laurence Fishburne (un médico del CDC), Jude Law (un blogger que intenta revelar "la verdad" que los medios de masas ocultan), y Matt Damon (un padre de familia desconcertado ante la epidemia). En papeles secundarios y pequeñas apariciones les acompañan Kate Winslet (Revolutionary Road), Marion Cotillard (Origen), Gwyneth Paltrow (Iron Man), Elliott Gould (American History X), y los actores en alza John Hawkes (Winter's Bone) y Bryan Cranston (Breaking Bad).
Atevida en su planteamiento e inquietante en su reflejo de la realidad, Contagio supone un nuevo éxito en la carrera de Steven Soderbergh, capaz de reunir en una misma película distintos puntos de vista acerca de un fenómeno de máxima actualidad y a un reparto de altura variado y entregado.