Jeff Wardell y Claudia Sagan son una pareja de San Francisco a los que les encanta viajar y coleccionar arte. El loft en el que viven tiene una planta estrecha y larga, con grandes ventanas en cada extremo. Para mostrar el arte que poseen y aprovechar al máximo la luz del día, decidieron situar el dormitorio principal en la parte trasera, lejos de la calle, pero mantener todo abierto, con una cocina central y el salón a la calle.
En este estrecho loft, querían tener una pequeña oficina y un dormitorio de huéspedes. El desafío fue: ¿cómo hacer una oficina en casa y un dormitorio de invitados sin abarrotar el espacio? La solución: un contenedor! En realidad fueron dos.
Lo que antiguamente fue una lavandería china, ahora está transformado en una vivienda con espacios luminosos, amplios y en el que los diferentes sectores se relacionan sin ningún tipo de cerramiento.
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