Contaminación y salud

 

Hace un tiempo leí un interesante artículo sobre los efectos que la contaminación puede tener en nuestra salud y hoy quería dejaros un resumen de lo que leí para que vosotros también estéis informados. Espero que sea de vuestro interes.

Según la OMS el 25% de las enfermedades están causadas por factores medioambientales. El aire que respiramos, los alimentos que comemos, los productos que están en contacto con nuestra piel, etc, provocan alteraciones fisiológicas que pueden traducirse en enfermedades. Para evitarlo, debemos tomar precauciones.

1. Partículas presentes en la atmósfera:

En los últimos años, a la contaminación atmosférica debemos sumarle los efectos del cambio climático. El aumento de la temperatura y la reducción de la humedad, han agudizado la aparición de enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio. 

Los agentes contaminantes y sus consecuencias:

-Partículas en suspensión:

Son una mezcla de sustancias sólidas y líquidas presentes en el aire (sulfatos, nitrato, amoniaco, etc.) y que están producidas por los combustibles fósiles (petróleo, gas natural, carbón), el asfalto de las carreteras, etc. Al respirarlas, estas partículas pueden depositarse en los bronquios y aumentar el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, respiratorios y cáncer.

-Humo del tabaco: contiene más de 4000 sustancias tóxicas, muchas de ellas cancerígenas como el benzopireno. El tabaquismo pasivo afecta, sobre todo a los niños y produce dolencias como bajo peso al nacer, desarrollo pulmonar insuficiente y muerte súbita en bebes. Otras dolencias que aparecen debido al tabaco son las infecciones respiratorias, las alergias y el cáncer de pulmón.

Prevención:

Lo mejor que se puede hacer es dejar de fumar y, en el caso de los no fumadores, evitar exponerse al humo ajeno, sobre todo si se trata de niños y ancianos. En cuanto a la contaminación, es conveniente evitar los ambientes muy cargados y pasear con frecuencia por lugares no contaminados, como los parques o el campo. También debemos intentar no exponernos a productos de limpieza o aerosoles que contengan agentes irritantes.

 

2. Cosmética ¿Perjudicial?

Los parabenos son unos conservantes derivados del petróleo muy utilizados en la industria cosmética, farmacéutica y alimentaria. Están presentes en la composición de muchos productos como geles de baño, cremas hidratantes y maquillajes. Aunque algunos estudios han asegurado que pueden aumentar el riesgo de sufrir trastornos hormonales y cáncer de mama, los órganos oficiales todavía no han considerado la necesidad de prohibir su uso. A pesar de ello, ya han empezado a comercializarse algunos cosméticos sin parabenos. 

 

3. Contaminantes en los alimentos:

Algunos casos como el de la contaminación de carne por pienso con dioxinas en Alemania han vuelto a poner en entredicho la seguridad de los alimentos. Hay sustancias necesarias para que los productos lleguen en buenas condiciones a nuestra mesa como pesticidas, abonos artificiales, etc. que también pueden resultar perjudiciales.

Pesticidas: 

Evitan las plagas de insectos pero también pueden ser tóxicos. Aunque su uso está cada vez más restringido, se calcula que el 3,6% de los vegetales los tienen. Sus efectos sobre la salud dependen del tipo de pesticida que sea. Los sintomas mas comunes son: irritación de las mucosas y la piel, descenso de la fertilidad, afectación del sistema nervioso  e incluso cáncer.

Prevención:

Comprar frutas y verduras de cultivo ecológico es la mejor opción. Si no es posible, lo mejor que podemos hacer es lavar bien este tipo de alimentos para eliminar la posible contaminación exterior, y en el caso de la fruta, comerla pelada.

Contacto con plásticos:

Es un material muy presente en nuestra sociedad actual. El más perjudicial es el BISFENOL A (BPA) presente en plásticos duros y en el recubrimiento de latas. Puede afectar la capacidad reproductiva y aumenta el riesgo de sufrir diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y tumores.

Prevención:

La Unión Europea ha prohibido el uso de BPA en la fabricación de biberones. Además, se desaconseja calentar alimentos en recipientes de plástico, ya que el calor potencia su efecto.

Dioxinas:

Tan sólo un grupo de ellas resultan perjudiciales pero lo son en gran medida. No son biodegradables, por lo que permanencen en el medioambiente durante mucho tiempo, especialmente en el tejido adiposo de los animales. Alimentos grasos como el huevo, la carne y la leche son los más susceptibles a contenerlas. Las dioxinas aumentan el riesgo de sufrir cáncer, infertilidad y problemas inmunológicos.

Prevención:

Se aconseja eliminar la grasa de la carne (y si no comemos carne, mejor) y consumir productos lácteos desnatados (o sustituirlos por leche de soja, por ejemplo).

Mercurio:

Muchos pescados que llegan a nuestro hogar contienen pequeñas cantidades de mercurio, un metal pesado que resulta muy perjudicial para la salud. Altas concentraciones de mercurio en el organismo pueden provocar problemas cardíacos y malformaciones en el feto.

Prevención:

Aunque el pescado es muy saludable, se recomienda reducir el consumo de aquellos que sean depredadores o de gran tamaño, como el tiburón, el emperador y el atún, ya que la concentración de mercurio es mayor. Algunos estudios sugieren que las mujeres embarazadas o lactantes no deberían comer más de una porción de 100 gramos de este tipo de pescado a la semana. Es mejor comer los de menor tamaño como sardinas, caballa o boquerón.

 

4. Aparatos eléctricos:

Hay un tipo de contaminación que está relacionada con los aparatos eléctricos que usamos habitualmente. Se trata de la contaminación electromagnética que producen los móviles, el horno microondas, la televisión, los routers, los teléfonos inalámbricos, los ordenadores, etc. Aunque todavía no existen certezas científicas de cómo afecta a nuestra salud, algunos especialistas recomiendan protegerse de estas radiaciones de forma preventiva.

Cómo actúan:

Según estudios, se pueden sufrir síntomas como dolor de cabeza, problemas cervicales, palpitaciones, estrés, depresiones, etc. síntomas que se manifiestan o se intensifican al estar cerca de aparatos eléctricos. afectan especialmente a los niños, ancianos y personas con el sistema inmunológico debilitado.

Prevención:

Algunas de las precauciones que podemos tomar para protegernos de las ondas son:

-No colocar el móvil encendido ni el teléfono fijo en la mesilla de noche. Hay que tener en cuenta que las antenas de estos aparatos emiten radiaciones constantemente.

-No permanecer cerca del microondas cuando esté en funcionamiento. La intensidad de las ondas varían según la distancia.

-Desconectar el router wifi cuando no se necesite, especialmente durante la noche.