Con las piernas a los lados
Hay quien, para poder dormirse, cuenta ovejitas. Ovejitas blancas saltando una valla, una tras otra.Yo, para poder
dormirme, cuento mujercitas. Mujercitas desnudas de sugerentes curvas que
saltan un potro de gimnasia, una tras otra. Sin embargo, el potro es bastante
largo, y ellas no lo pueden saltar de un salto, y en consecuencia acaban todas
sentadas sobre él, con las piernas a los lados.
Cuando me
despierto, estoy siempre agotado. Eso de soñar que soy un potro...
Relato contenido en El último concierto de David Salas, de Roberto Malo, el más y mejor cuentista de la banda.
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