Cuentos para Pensar
¿Cuántas veces te has quedado hasta muy tarde leyendo una novela que “no podías” esperar para terminar de leerla al día siguiente, o para ver una película que no has podido interrumpir? ¿Cuántas veces te has inspirado al escuchar la historia de éxito de alguien a quien no conocías?
No cabe duda que las historias pueden cambiar nuestra forma de pensar, de actuar y sentir.
Las buenas historias pueden irrumpir dentro de culturas organizacionales cerradas, rompiendo las barreras del miedo al cambio o la resistencia a asumir nuevos desafíos; incluso, las buenas historias, pueden convertir una mala situación en una buena experiencia de aprendizaje.
Las historias pueden capturar nuestra imaginación y motivarnos para desempeñar comportamientos que los hechos fríos y los datos duros no son capaces de estimular.
Los grandes líderes saben esto; muchos empresarios, líderes de equipos de alto rendimiento y políticos exitosos hoy en día utilizan historias para ilustrar los puntos fuertes de sus planes y para vender sus ideas a las personas que les rodean.
Así que, ¿quieres ser una persona que motiva y persuade a quienes trabajan contigo? ¿Quieres poder estimular a las personas que te rodean cuando están afligidas o necesitan tomar una decisión difícil?
Si es así: aprende cómo contar una buena historia. Pero, ¿cómo? ¿Cuándo se debe contar una historia, y ¿cómo saber qué tipo de historia contar para obtener los resultados que tú deseas lograr? ¿Cómo gestionar las relaciones interpersonales y los cambios actitudinales desde la narración de historias?
Paso a paso… pronto más. En principio: procura comprender las diferencias entre las personas, más que a juzgarlas simplemente por lo que ellas opinan o hacen.