Revista Cultura y Ocio

Contenido prohibido o censurado en la web

Publicado el 18 febrero 2016 por Griselrnunez
Contenido prohibido o censurado en la web
En estos días me llegó un correo de una escritora controversial en las redes. (No mencionaré su nombre para no darle promoción en este espacio). En su mensaje, se presentó y adjuntó su última novela escrita para que yo «disfrutara» de la lectura. No pidió nada a cambio; solo envió su trabajo para que yo hiciera lo que quisiera con él. 
Indagué más (soy demasiado curiosa) y resultó ser una escritora que regala sus novelas a todo aquel que se encuentre en la red y que esté de alguna forma vinculado con la lectura o con la escritura, desde usuarios de comunidades hasta blogs. Entra en las páginas web y envía su trabajo a cuanto correo-e se encuentra. 
Obviamente, muchos la han reseñado (hay miles de páginas que se dedican a esto) y a pesar de tener pésimas críticas, a pesar de que algunos catalogan su obra como mediocre, con poca calidad literaria, denigrante y un largo etcétera, genera muchísimos comentarios ¡y algunos son positivos! 
Tiene a sus espaldas una larga lista de lectores que apoyan y defienden su trabajo; gente que la considera una piedra en bruto, una mujer que rompe esquemas y paradigmas, alguien capaz de renovar la literatura escrita por mujeres en la actualidad. (A este punto comencé a cuestionarme la «calidad» y el gusto de estos lectores). 
Apuesto a que tienes curiosidad. Yo no pude evitarlo y abrí el documento que me adjuntó en el correo. Leí la primera y la última página. Y observé todos los dibujos que acompañaban el texto, además de leer los títulos de los capítulos. Fue suficiente para sentir asco. Jamás leería su obra por placer. Y profesionalmente hablando, no aceptaría corregir o trabajar con sus textos (debo admitir que tengo mis límites, y ella los sobrepasó). 
Su obra, al menos la que me envió, carecía de corrección, abusaba del cliché, tenía una escritura incoherente y un lenguaje vulgar, sin tino… figurativamente vomitiva. Lo peor fue la forma en que abordaba las temáticas (sexo degenerado entre un viejo y una niña, uso de la mujer como objeto sexual, abuso de poder –con sexo, claro está– entre curas y feligreses). 
Para colmo pretende ser erótica y no es más que una descripción distorsionada y enferma de lo que es el acto sexual. Y no es que me haya convertido en mojigata, pero no confundamos peras con manzanas… 
En fin, que todo esto me hizo pensar en su forma de promocionar su obra (regalando su trabajo) y en todos los halagos y comentarios positivos que ha recibido (la gran mayoría, por no decir todos, de hombres). Hasta me causó preocupación: envía ese tipo de contenido, con imágenes fuertes, a cualquier correo-e. ¿Les estará enviando esa basura a los menores de edad que tienen sus blogs de reseñas o de escritura? No lo sé, pero sería muy irresponsable de su parte… 
También reflexioné sobre la forma en que los escritores abordamos ciertas temáticas prohibidas o censuradas. No es lo mismo que censures tu propia escritura a que la censure el público. Como escritor te puedes negar a escribir sobre ciertos temas, ya sea por desagrado o por el qué dirán. Pero cuando son los lectores los que te censuran, ahí es otro cuento. 
Quiero que sepas que hay algunos contenidos que tienden a prohibir en las páginas web o que el público en general tiende a rechazar (a menos que estén justificados en la obra y que estén trabajados con mucho tacto y calidad literaria). Te aconsejo tenerlos en cuenta para que no vayas a cometer el error de abusar de estos o de desarrollarlos sin precaución, pues no creo que quieras ser reconocido en la web como un escritor mediocre. 

Temáticas prohibidas y/o censuradas en la web 

  1. Pornografía. El contenido que solo tiene el fin de excitar mediante un lenguaje explícito. (No confundir con erotismo).
  2. Pedofilia. Cualquier contenido que sexualice a menores de edad, sobre todo si son menores de 16 años.
  3. Violaciones. Glorificar o promover las relaciones sexuales no consentidas. 
  4. Discursos de odio. Promoción activa de repudio contra ciertos grupos por razón de raza, etnia, religión, género, orientación sexual, discapacidad, etcétera. 
  5. Abuso y acoso cibernético. Llevar personajes de la vida real (personas que conocemos) a la ficción para mofarnos, humillarlos, denigrarlos...
  6. Autolesiones y suicidios. Cualquier contenido que apoye y exalte estos actos. 

No es que no puedas desarrollar alguno de estos temas en tus textos, es que tengas tacto al momento de hacerlo y sobre todo que no estés promoviendo contenido ilegal, inmoral o inapropiado. 
Tú que lees este blog con la intensión de crecer como escritor, por favor, presta atención a lo que digo. Sí, puede que genere polémica, y no tienes que estar de acuerdo conmigo. Pero si consideras que sé un poco más que tú sobre el mundo editorial, sigue mi consejo. 
Podemos transformar o destruir con la palabra (escrita y hablada). Tengamos cuidado con las temáticas que abordamos y la forma en que lo hacemos. Seamos conscientes de que no todo contenido es apto para todo público. Y evitemos transgredir la fina línea entre escribir literatura y promover actos ilegales e inmorales.
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