Revista Opinión

Continua la indignación

Publicado el 16 junio 2010 por Reven

El otro día escribí una entrada sobre los sindicatos en la que enlace, entre otras personas a Ceronegativo para que le echase un ojo. El me ha respondido y ahora se abre un precioso debate. Aunque creo que vio cosas en mi texto que yo no dije creo que es necesario que diga unas palabras.

Rápidamente decir que mi postura es exacta a la suya, no me merece la pena construir organizaciones sindicales de cero, sino que es mejor cambiar y presionar a las existentes para que se movilicen. Lo mismo se entendió otra cosa, cuando dije cambiarlas me refería a su forma de hacer, no a cambiar de sindicatos. En ningún momento dije de construir organizaciones sindicales de cero, eso es una locura en esta época de crisis y haría que no se pueda explotar la crisis para hacer políticas de clase. Otra cosa es que la gente de los sindicatos voten mayoritariamente al PSOE y al PP, cosa que me parece muy discutible, yo creo que los votantes más acérrimos a la izquierda están en los sindicatos, sobre todo en CCOO. Y me parece más que evidente el hecho de que hay que apoyar y movilizar para que la siguiente huelga general sea un éxito.

Luego entramos en un terreno pantanoso, el de la crítica como y cuando, error típico de Izquierda Unida que en parte incurre en su propio desangre. Para Ceronegativo debemos movilizar y una vez triunfe la huelga general, criticar los errores sindicales. ¿Separamos pues el mensaje de movilización de la crítica? Lo mismo olvida Cero una de las causas principales del fracaso de la huelga del sector público: el desapego y desconfianza de los sectores movilizados sobre la movilización concreta. A mucha gente la huelga le pareció insolidaria ya que, por un lado, creían que solo eran capaces de movilizarse para salvar sus salarios y cuando a ellos les tocaba. Para mí, ante la huelga general, crítica y movilización han de ir unidas para que la gente entienda que los errores cometidos no han caído en saco roto y que ha habido avances en el seno de la izquierda. La misma organización sindical debería advertir de sus errores y movilizar al mismo tiempo. Si por ejemplo, Izquierda Unida lanza una campaña por la huelga general y no hace una crítica de las políticas sindicales recientes quedará unida al éxito o fracaso de las iniciativas sindicales posteriores y no tendrá margen de maniobra propio de cara a la opinión pública.

¿Para que sirve además esta crítica? La necesitamos para ganarnos a la masa sindical hacía una vertiente sindical (no otro sindicato) más combativo como única forma de defendernos de la inmensa muralla de reformas que están surgiendo y se nos avecinan. Y Ceronegativo me reconocerá que no estamos para lanzar una campaña, primero de movilización y luego de crítica, ya que tenemos serios problemas para marcar agendas políticas y mucho menos para cambiar la conciencia ciudadana a nivel masivo. De esta forma desaprovechar la campaña de la huelga, para al mismo tiempo, hacer pedagogía de lo sucedido con respecto al sindicalismo, es un error de bulto. A no ser que todo quiera quedar en un tironcito de orejas entre directivos y que no se llegue a las bases, entonces basta con un correo electrónico: que nada va a cambiar. Evidentemente tiene razón en una cosa, hay que centrarse en la movilización pero no hay que despreciar el poder instructivo de la crítica para con las bases sindicales y la ciudadanía en general, han de ir unidas aunque principalmente se movilice.

Invitados a seguir el debate están de nuevo: Agnóstico Apático, Pablo, Rodaimos, Hugo, y Javi Moscas. Además de todos los que queráis.


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