Sin un rumbo previsto,
con el coche a 120 por
la autopista,
y tú, a mi lado,
sonriendo,
hablándome sobre Julio Cortázar,
sobre su locura, la Maga,
y tu vida.
En tu cara de sueño,
en tus ojos,
aún nublados,
observo el ir y venir
de nuestra noche,
ese abrazo y
tu despertar.
-Estás muy callado,
dices, y pienso:
no quiero llegar
a nuestro destino,
no quiero
que se agote
el diesel.
Sólo quiero
que
nunca
acabe
Nuestro viaje.
Antonio Huerta, de su blog Ahora que nadie nos ve; también incluido en Lo que habita en el cristal (Antología de jóvenes poetas españoles)