

“No escribo para que me crean. Escribo para recordar que los ángeles también mienten.”
Contra el entusiasmo es un grimorio estético, un oráculo sin respuestas, una bitácora de resistencia silenciosa. a través de una prosa afilada y contemplativa, Milan Lintz Calder, convierte el ensayo en una forma de combate íntimo, desbordando la frontera entre el arte y la vida, entre la ética y el estilo.
Aquí no hay salvación. hay lucidez. No hay belleza complaciente. Hay sospecha. Y como gesto final, el autor se borra, dejando solo su tirada de arcanos como legado y antorcha.
Este libro no pretende gustar.
Pretende quedarse.
