Fue Barbato un celoso presbítero que habría predicado en Moncona y luego en Benevento en el siglo VII. Los habitantes de esta última ciudad, aunque cristianos, conservaban una antigua superstición de venerar una víbora dorada que tenían en un árbol al que consideraban sagrado. Romualdo, señor de la ciudad, alentaba el culto a este ídolo haciendo cada año fiestas en su honor. En el árbol se colocaban pieles de serpiente a las que se le disparaban flechas, ganándose premios y "bendiciones" del ídolo. Barbato predicaba a tiempo y destiempo contra aquella idolatría. Ayunaba, oraba y se disciplinaba por sus fieles, pero nada, ellos seguían a lo suyo: adorando a Cristo y a la víbora al mismo tiempo. En su última predicación pública contra aquella idolatría profetizó que grandes calamidades vendrían sobre la ciudad si no se volvían a Cristo.
Y así fue, en breve el emperador Constancio comenzó un asedio contra la ciudad, que le era reacia desde hacía tiempo. La epidemia y la muerte se hicieron presentes, y Barbato recordó que ya les había advertido, así que los habitantes de Benevento rechazaron públicamente la idolatría, suplicando misericordia a Cristo. El mismo Barbato cortó el árbol y fundió la serpiente y del oro resultante mandó hacer un cáliz y una patena. Cuando terminó de decir misa, el emperador levantó el asedio y se marchó resignado.
Uno de los fallecidos por la enfermedad fue Hildebrand, obispo de Benevento, y en su lugar fue elegido nuestro santo, quien fue consagrado obispo el 10 de marzo de 663. Su apostolado se centró en desterrar todo rastro de idolatría, llevando a sus ovejas a Cristo. En 680 estuvo en el Sínodo Lateranense celebrado contra los monotelitas por el papa San Agatón (10 de enero), y en 581 asistió al Concilio de Constantinopla, dedicado al mismo asunto.
Barbato falleció al año siguiente, el 29 de febrero de 682. Sus reliquias fueron trasladadas al monasterio de Monte Vergine.
Fuente:-"Vidas de los Santos". Tomo II. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 19 de febrero además se celebra a
Auxibio I de Solias, obispo.