“En Jerusalén Oriental y el resto de Cisjordania las viviendas palestinas declaradas como “ilegales” por las autoridades israelíes pueden ser demolidas en cualquier momento, sin previo aviso y sin compensación alguna para sus habitantes. Las autoridades israelíes consideran “ilegales” los edificios construidos sin los permisos adecuados, que ellas mismas expiden y que se deniegan sistemáticamente a los palestinos. En estas zona ocupadas por Israel, las restricciones impuestas a los palestinos para poder construir sus casas son tan severas que su legítimo derecho a una vivienda adecuada está siendo violado. Al mismo tiempo, se permite la ampliación de los asentamientos israelíes en tierras palestinas confiscadas ilegalmente.
Un buen ejemplo de esta política de demoliciones es el caso del pequeño pueblo de Aqaba, en el noroeste de Cisjordania. En Aqaba, al igual que en el 60 por ciento de Cisjordania, no se puede construir ni reparar ninguna estructura sin la autorización de las fuerzas armadas de Israel, algo casi imposible de conseguir. Desde 1990, el ejército israelí ha dictado órdenes de demolición que afectan al 95% de los edificios de esta pequeña localidad, incluidas viviendas, una guardería, una clínica, una mezquita o la carretera que fue pavimentada por los propios vecinos.”
Si quieres oponerte a esta barbarie permanente, puedes hacerlo aquí.
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