Hay cuestiones básicas… Por fortuna, ciertas “polémicas” que “estremecen” recientemente al chavismo están infinitamente lejos de expresar lo que podría denominarse el estado de ánimo actual del campo popular y revolucionario. De hecho, podría decirse de ellas todo lo contrario: que constituyen lo más parecido al anticlímax, uno que llega al extremo de la parodia.
Lo que parodian es la “crítica”, la “irreverencia”, y es por eso que el fulano “estremecimiento” apenas es capaz de simular el que produciría una minúscula piedra en un vaso de agua.
No me referiré a ninguna de ellas con detalle, ni falta que hace. Muchas manos ponen el caldo morado. Casi siempre, en medio del griterío, lo mejor es hacerse a un lado y guardar silencio. Pero a veces no basta con el silencio, y hay que decir como Bartleby, el escribiente: “Preferiría no hacerlo”.
Algunos parecen haber olvidado que las pantallas de televisión, las páginas de los periódicos, los programas radiales son, además de una responsabilidad, una oportunidad, no un privilegio. Que esos espacios no son para la política boba y mentecata que tanto hastío produce, mucho menos para dirimir rencillas personales que a nadie, léase bien, a nadie le interesan, salvo a un pequeñísimo grupo de chismosos.
En lugar de pontificar y de “enseñarnos” lo obvio, en lugar de hablar y hablar de “disciplina”, practíquenla y agarren calle, prediquen con el ejemplo si es que se creen con la autoridad suficiente como para convertirse en predicadores, vénganse con nosotros que no estamos perdiendo el tiempo y, por supuesto que sí, lo que estamos es encampañaos. Sacúdanse el polvo, las telarañas, hagan un poco de calistenia y agarren calle.
Unidad, unidad, unidad. Es cierto que unidos seremos invencibles. Pero comiencen por no separarse del pueblo. Dejen de simular que lo de ustedes es un histórico juego de ajedrez, que están transados en una partida Kárpov- Kaspárov, o más bien Spassky contra Fischer. Qué táctica ni qué táctica, si ustedes son la clausura de la razón estratégica. Agarren una bola criolla e intenten arrimar una pal mingo.
Vengan y vean cómo estamos construyendo el Gran Polo Patriótico desde abajo, sin escándalos, sin grandes aspavientos, sin alardes. ¿Ustedes recuerdan aquella línea del comandante: hagamos política revolucionaria más allá de los partidos? Pues en esa andamos.
Mientras tanto, el antichavismo, esto es, los que militan en la “unidad democrática”, intentando desesperadamente parecerse a nosotros. Así va la política nacional, por si no se han dado cuenta. Siendo así las cosas, mal pueden pretender dictarnos lecciones de nada para que dejemos de actuar como nosotros. Mal haríamos si comenzamos a actuar como ustedes.