Contra los abusos financieros

La segunda prioridad para el año 2011, según mi parecer, (la primera es luchar contra la violencia machista) es acabar  con el abuso de los especuladores, luchar contra los auténticos responsables de la crisis, luchar contra el abuso de los "mercados financieros".
En este sentido, ATTAC ha promovido, junto con los sindicatos CCOO y UGT, la instauración de un Impuesto de Transacciones Financieras (ITF) y la creación de un marco regulador que evite la existencia de paraisos fiscales. 
El documento de ATTAC  señala que los responsables de la crisis, que han provocado más de 32 millones de parados, que han extendido el hambre y la pobreza, sobre todo en los países menos desarrollados, que han incrementado los déficits fiscales y han provocado el aumento de la desigualdad, son las personas e instituciones que regulan los mercados financieros. Siempre en connivencia con los gobiernos que dan primacía a las finanzas por encima de la ciudadanía.
Estos responsables financieros campan libremente por no encontrarse sometidos a impuestos, ni controles, ni regulaciones. 
Hasta ahora los gobiernos han centrado sus actuaciones para hacer frente a la crisis en recortes sociales de gran magnitud que afectan a un gran número de ciudadanos que cada vez están más y más empobrecidos. Algunos muchos, ya en exclusión social. 
Sin embargo, ningun gobierno muestra la más mínima determinación para establecer, lo que por cierto habían prometido, impuestos al sector financiero o a las grandes fortunas. Tampoco hacen esfuerzos por evitar la enorme evasión fiscal de las multinacionales.
La creación de un ITF y la erradicación de los paraísos fiscales supondría la recuperación de recursos que legítimamente pertenecen a los ciudadanos y que servirían para combatir las grandes desigualdades sociales. 
Ya muchos economistas de relevancia han advertido que la falta de regulación de los mercados financieros lleva a la economía hacia la deriva especulativa, que estrangula la economía productiva.
La viabilidad de la aplicación de este impuesto es reconocida incluso por el FMI. Lo único que falta, y al parecer no es poco, es la voluntad política de los Gobiernos, que, por cierto, ya se manifestaron a favor en la última cumbre de la ONU. De ahí a su implantación hay mucha distancia, lamentablemente.
Por eso, el año 2011 debe ser el año en que se consiga:* Implantar el Impuesto de Transacciones Financieras* Combatir la evasión de capitales y el fraude fiscal, persiguiendo los paraisos fiscales* Reclamar la fijación de unos tipos impositivos suficientes como para disuadir a los especuladores de seguir apostando en el casino financiero.
Estos logros son unas de las prioridades de 2011.

¡Ojalá, con la presión de todos, se puedan conseguir!