Revista Educación

Contradicciones de la crisis

Por Siempreenmedio @Siempreblog

Contradicciones de la crisis Llevo unos días pensando en esta crisis que promete ir a peor y escupir desesperanza por todos lados. Y pienso en ella, no con temor, sino con algo de estupefacción. Ya me sorprendió durante mis vacaciones ver restaurantes y bares llenos de gente, hoteles repletos y aviones con pocos asientos libres, mientras en las noticias los profesionales del sector servicios se quejaban de lo mal que les iba. Pero, de vuelta de mis días de descanso, mi sorpresa ha ido creciendo sin parar al analizar ciertos comportamientos.

Me he dado cuenta de que esta crisis está llena de contradicciones. Los comerciantes salen cada día en los medios de comunicación lamentando la bajada de sus ventas, pero, a la vez, veo los mismos escaparates de siempre con los mismos precios excesivos de toda la vida. Botas que llegan hasta los 200 euros o más, abrigos y vestidos que nunca bajan de los 100 euros. Nada es más barato, y mucho menos la comida. Piden que consumamos, pero siguen ostentando el mismo desafío en las fasturas.

Y lo peor es que esas contradicciones llegan hasta mi teléfono y mi correo electrónico. Mientras los trabajos penden de un hilo y las deudas que tenemos con los bancos se hacen impagables del todo, tengo que capear, un día sí y otro también, con ofertas de diferentes entidades bancarias que me tientan con créditos instantáneos y plazos cómodos de pagar. ¡Le damos 12.000 euros ahora mismo! o ¡Tenemos una tarjeta de crédito sin coste de mantenimiento para usted! son algunos de los ganchos. Y eso no es todo. Llevo días recibiendo llamadas de empresas a las que no recuerdo haber dado mi número, pero que me han cazado sin ningún pudor y se empeñan en venderme seguros de vida, seguros sanitarios y cursos on line.

¿Es que no se dan cuenta que así espantan a la gente? Quieren vender seguros y cursos, pero lo hacen tan desesperadamente que consiguen el efecto contrario. Y, por otra parte, ¿por qué se engañan? ¿Quién les va a comprar o a solicitar créditos cuando mañana mismo podemos estar en el paro? Esas son algunas preguntas que me vienen a la cabeza. Y si la respuesta es que lo hacen porque la gente sigue consumiendo y pidiendo dinero al banco, entonces, no entiendo la crisis. Que alguien me la explique desde un punto de vista sociológico, que es el que necesito.


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