Contrastes vergonzosos con los divinos de Bilderberg

Llevo varios días fuera de la blogosfera y con poco tiempo para la lectura de prensa. La vuelta a estos hábitos está siendo intensa e intensiva. Procuro ir digiriendo el espacio nacionl pero es tal el empache que se me ha producido, que necesitaré unas horas extras para sacar alguna luz, alguna conclusión de tanto y tanto oscurantismo. Porque convendrán conmigo que la atmósfera está oscura a la par que espesa.
Por ello, por poner algo de distancia a lo más cercano en pro de mejor análisis, he vuelto a fijar mi vista en es lujoso hotel suizo, concretamente en Saint Moritz, donde estos pasados días se han reunido los llamados "amos del mundo", además de la señora Cospedal. Ya se que el otro día les hablé de ello, pero esta vez no puedo evitar repetirme.
La diferencia de otras veces es que esta vez algunos paralamentarios suizos, en contra de la globalización, en contra del club Bilderberg, han conseguido que se pusiera en "primera plana" estas reuniones caracterizadas por ser "conclaves secretos". 
En este vídeo se recogen las denuncias a esta mafia poderosa llamada Bilderberg que intentan decidir nuestro futuro y que sabemos que son los mismos que provocaron la gran crisis económica en que nos hallamos:

Como contraste a esta bazofia, leo los terribles datos publicados por UNICEF Chile de que existen en América Latina y el Caribe  81 millones de niños que sufren alguna privación.
Como contraste a esta desvergüenza,  veo la manifestación en Madrid, de escaso apoyo, de muchos jubilados que han visto mermadas sus pensiones por este gobierno de izquierdas.
Como contraste a esta indecencia, leo que en España  170 familias al día son desahuciadas de sus casas por no poder afrontar las hipotecas.
En fin que mi lectura acumulada de las noticias de estos últimos días me han dejado tal impacto en mi ánimo que necesito unas horas para poder seguir gritando, seguir denunciado, seguir protestando... que en definitiva es para lo que utilizo este espacio.
Abrazos varios a los que vengan por aquí.