Controladores: la voladura del puente (II)

Claro que NO EXIMO DE CULPA A ESTE COLECTIVO, ni mucho menos, pero el defecto está más en la forma que en el fondo.

Se quejan que su derecho a la huelga no existe en la práctica (el 29S les impusieron unos servicios mínimos del 120%), pero al menos cúbrete con la convocatoria formal, aunque luego te pases el cumplimiento de los servicios mínimos por el arco del triunfo. Si tenían pensado realizar una huelga “salvaje”, cómo ahora se llaman, tenían que haber preparado una batería de argumentos que diesen sustento a su posición y no dar silencio por respuesta, dejando su posición al albur de lo que el gobierno y los medios tuviesen a bien. Quizás sus demandas, no abrirían los informativos, pero no hay duda de su repercusión en internet sería máxima y una vez que algo es señalado como mediático en la red, ni siquiera los medios de comunicación tradicionales, lo pueden obviar.

El colectivo, no se pueden dar el lujo de que el limitado espacio que han dedicado para defender su causa se desaproveche, al blog de esta controladora me remito, dónde sólo acierta a arremeter contra todo y contra todos. Cada 3 palabras que escribe, una es un taco, una verdadera pena.

El gobierno les ha puesto un cebo que se han tragado hasta las amígdalas, con el calentón del momento, pero el conflicto ya viene de tiempo atrás, ya lo había denunciado en un post anterior. Parece que sus aparentemente obscenos salarios (aunque ya no se qué creer, deberíais echarle un vistazo al comentario de Irina en mi anterior post), forjados a base de falta de personal y horas extras, son un salvoconducto perfectamente válido para abolir su permiso de maternidad (las 16 semanas no son tal, sino que las deberían devolver esas horas que no han ido a trabajar) acortar sus tiempos de descanso (llegando a trabajar hasta 28 días al mes) que los días de baja por enfermedad, no cuenten cómo tiempo trabajado, etc.

Cuando han asomado el morro, después de habérselo sacudido hasta la saciedad, es cuando declaran que sus reivindicaciones no iban tanto en el sentido pecuniario, cómo en el de denunciar la precarización de sus condiciones de trabajo. Aena, se había levantado, meses antes, de la mesa de negociación del nuevo convenio, seguramente, con la certeza de que la caballería acudía al rescate, esto es, Pepiño con las tijeras de podar.

Lo de negociar convenios colectivos por decreto se ha vuelto una práctica habitual para este gobierno, si ya lo habían hecho con el tijeretazo a la función pública, luego llego el turno de la reforma laboral y el fortalecimiento de las decisiones del empresario, frente a la negociación colectiva. Ahora, que les llega el turno a los controladores, si no los apoyamos, si también ahora aplaudimos los recortes, pensad que será sólo cuestión de tiempo que nos demos de bruces con el listón que ahora mismo se les está aplicando.

Han encontrado una cortina de humo perfecta para tapar el resto de un paquete de medidas, que pasan a engrosar los méritos, de un gobierno, que se ha erigido en el estilete del capital y cuyas repercusiones van mucho más allá de un colectivo bastante reducido de trabajadores. A saber:

• Se ha lanzado a la indigencia a nosecuantos parados de larga duración, que dependían de la ayuda de los 426 euros.

• Venta al peor postor de la gestión aeroportuaria, Prat y Barajas, de los pocos que eran rentables, incluidos. Aeropuertos que habían recibido costosísimas inversiones públicas, han visto cómo pasan a ser gestionados por manos privadas, cuando prácticamente no había dado tiempo a ensuciar sus pulidos suelos. Si fuese creyente incluso gritaría ¡milagro!. No es admisible ahora, culpar a un colectivo de trabajadores, del inmenso agujero negro que tiene Aena por cuentas, quizás habría que volver la mirada hacia los responsables de inversiones tan rentables, para sus amigotes, que no para los ciudadanos, cómo el aeropuerto de Ciudad Real, que, estando equipado con todos los adelantos, opera con 3 vuelos semanales. Aquí os dejo  el link de la noticia. Se intenta desviar la atención de la privatización de un servicio público (uno más) y de la mala gestión de una empresa, cuya deuda alcanza los 14.000 millones de euros, deuda que en ningún caso es consecuencia de la no contención salarial.

• Paso a manos privadas de uno de los pocos negocios lucrativos, que quedaban bajo el paragüas estatal, las loterias. En una época de ajustarse el cinturón (o eso dicen), incluso cuestiones que dejan dinero en las arcas del estado, son susceptibles de pasar a ser controladas por unos pocos, sustrayendo beneficios a repartir entre todos, para entregarlos a unos pocos.

Os recomiendo, de nuevo, que reviseis el comentario de Irina en el post anterior, estupendamente argumentado, con un conocimiento de la causa en primera persona, que ni yo, ni la mayoría de la gente que opina de la cuestión tiene. Incluso un controlador ha expresado su opinión también. Los considero muy ilustrativos de una posición, “la del otro lado”, a la que pienso que es justo darle un espacio dónde expresarse, fuera de histerias y sentimientos viscerales, más o menos interesados.