Una quinta parte de las mujeres embarazadas en los Estados Unidos son obesas. Más y más médicos, les están aconsejando controlar su peso si quieren un embarazo fácil y un parto sin problemas. Un gran ensayo de cuatro años, ha tratando de que las mujeres obesas embarazadas, no ganen ningún peso en absoluto. Si lo hacen, sólo pueden aumentar de peso un 3 por ciento de su peso inicial.