Controles femeninos

Muchos pueden ser los motivos por los que una mujer concurra a visitar a su médico ginecólogo, quizás exista una enfermedad o solo por simple control. La consulta ginecológica salvo que exista enfermedad debe ser una vez por año.

Se recomienda empezar con la consulta ginecológica cuando la paciente comienza a tener relaciones sexuales, cuando existen alteraciones en el ciclo menstrual o ante acontecimientos que engloban a este profesional.

Dentro de los múltiples estudios de rutina tenemos el Papanicolaou o Citología vaginal, la colposcopia, la mamografía, ecografías mamarias o vaginales y la densitometría ósea.

Todos estos estudios dependiendo de la edad y la salud de cada paciente deberían realizarse previo a la consulta del especialista.

El Papanicolaou es una técnica para examinar células del cuello uterino, su propósito es detectar cáncer de cuello uterino entre otras enfermedades. Se debe realizar una prueba por año independientemente de la edad o actividad sexual de la mujer a partir de los 18 años.

La colposcopia es un procedimiento mediante el cual el medico examina la vagina por dentro mediante un microscopio especial llamado colposcopio y puede tomar biopsias para estudios posteriores, se debe realizar en pacientes que ya iniciaron la actividad sexual, en pacientes con sangrado anormal y en pacientes con infección por virus del papiloma humano o cáncer de cuello uterino.

La mamografía es una exploración diagnostica de la glándula mamaria por rayos x, se realiza a partir de los 35 años y de no haber datos negativos se repite a los 40 años y en caso de antecedentes en madre o hermana se realiza el screening a partir de los 30 años.

La ecografía tanto vaginal como la mamaria sirven para complementar datos de mamografías y para el estudio de del flujo sanguíneo. Se realiza según la necesidad y criterio médico.

La densitometría ósea es un sistema de Rx de baja potencia diseñado para medir el calcio de los huesos. Se indica en mujeres mayores de 65 años y en pacientes menores de 65 años con factores de riesgo (menopausia precoz, falla ovárica prematura, enfermedades tiroideas, corticoterapia).