Revista Salud y Bienestar
Entre las nuevas categorías que apareceran en la edición del 2013 del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales , psicólogos, psiquiatras y otros expertos aseguran que se encuentran esas personas que son tímidas, que están desconsoladas por la muerte de un familiar, o tienen vidas románticas poco convencionales y que de pronto se verán catalogadas como mentalmente enfermas. Siendo esto poco humano, nada científico y no ayudará a decidir qué ayuda necesita una persona. El Manual es publicado por la Asociación Psiquiátrica Estadounidense (APA) y reúne síntomas y otros criterios para diagnosticar trastornos mentales. El manual es usado a nivel internacional y es considerado una biblia para el diagnóstico en el área de la medicina de la salud mental. Algunos diagnósticos como el trastorno oposicional desafiante y el síndrome de apatía se arriesgan a una devaluación de la seriedad de la enfermedad mental y a medicar conductas que la mayoría de las personas considerarían normales o simplemente algo excéntricas. El nuevo DSM podría otorgar diagnósticos médicos a abusadores y violadores (bajo etiquetas como 'trastorno coercitivo parafílico'), lo que les brindaría la posibilidad de evitar la prisión probando lo que podría ser visto como una excusa para su conducta. Mientras que en ediciones previas una persona que perdió recientemente a un ser amado y eso impacta en su estado de ánimo era considerada alguien que experimentaba una reacción humana normal al sufrimiento por esa pérdida, los nuevos criterios del DSM ignorarían la muerte, mirando sólo los síntomas y clasificando a ese sujeto como un paciente con depresión. Otros ejemplos de diagnósticos nuevos incluyen el "trastorno del juego", el "trastorno por adicción a internet" y el "trastorno oposicional desafiante", una condición en la que un niño se 'resiste activamente a cumplir con la mayoría de los pedidos' que se le hacen y realiza acciones deliberadas para enojar a otros. Esto implica básicamente a los chicos que dicen no a sus padres más de una cierta cantidad de veces. Esto implicaría que el 90% de los niños se catalogarían como mentalmente enfermos.