Con el Torreón de los Guzmán como centro, en 1952 se inician las obras del Convento y Noviciado para Padres Dominicos, junto al Real Monasterio de Santo Domingo de Caleruega. Por todos los rincones se encuentran alusiones a la vida del Santo.
En la bodega la Beata Juana de Aza realizó el milagro de la multiplicación de la cuba de vino distribuido a los pobres.
La Capilla Coral está presidida por un artístico crucifijo gótico, cuya cruz y travesaños son románicos, junto a una talla de la Virgen Oyente del siglo XVI y otra barroca, policromada de Santo Domingo.
Hoy se aprovechan las enormes instalaciones del Convento como centro de oración y hospedería.