Conversaciones con Dios

En la entrada previa comentaba sobre el empobrecimiento generalizado a raíz de la presente crisis económica y me viene a la mente un viaje de trabajo que realicé a Veracruz a fines del verano 2008, me encontraba de visita a la sucursal de Puebla para la empresa en la que trabajaba en aquella fecha y tomé un autobús que me dejaría en el mítico puerto.

Ya en mi asiento y recién iniciada la marcha me disponía abrir y empezar a leer un libro, por lo general siempre viajo con algún texto recién adquirido, me llamó la atención la voz de la persona que empezaba a hablar en la televisión del autobús, era un actor interpretando a Neale Donald Walsh, así que cerré el libro y atendí la película que iniciaba. Hasta ese momento recordaba haber visto algún texto de él en las librerías que visitaba constantemente pero no sabía nada más.

Para no alargar mucho el asunto debo decir que el viaje me resultó de lo más placentero, conocí la vida -pasó por los peores momentos posibles- del autor de los libros “Conversaciones con Dios” y me llegaron al corazón varias frases y momentos de la película, tan es así que me di a la tarea de conseguir ese filme en MixUp y la vimos en casa un par de ocasiones, en este momento me duele darme cuenta que no tengo esa joya en mi librero así que me daré a la tarea de buscar la película en los rincones donde puede estar.

El DVD se titula igual que sus libros: “Conversaciones con Dios”, y sobra decir que lo recomiendo ampliamente. El filme me sirvió para prestar atención a la obra de Neale Donald Walsh y me suscribí a su Daily Inspirational de manera que a diario me llega un pensamiento de este autor y los considero de mucho valor, son pequeños consejos que me ayudan y bastante.

En la entrada previa les preguntaba como que han hecho para sortear la presente crisis, en mi caso, estas cápsulas diarias me han echado la mano. Aquí en este mismo espacio ya he señalado que creo en Dios, desgraciadamente no en el que venden a diario las religiones, todas estas organizaciones lo han mal interpretado, parafraseando al mismo Neale Donald Walsh.