Desde hace tiempo me he percatado de que ya no engaño a cangrejito si él no quiere ser engañado, pero además, ahora sé que cuando afirme algo tengo que tener preparada la respuesta adecuada, si no mejor guardar silencio.
- Tengo hambre ¿que puedo merendar?
- Hijo, pero si acabas de comerte hace nada un montón de palomitas.
- ¿Y qué? yo tengo hambre, ¿no ves que soy un niño que está creciendo y necesito alimentarme?
- Ya pero es que hace nada que has comido
- ¿hay algún horario para tener hambre?
- Pues tienes razón.