Hoy queremos conocer mejor el pensamiento y la experiencia del pianista español Óscar Pascasio Monzón (nacido en Aguilar de Campoo, Palencia, en 1974). Así que le planteamos unas preguntas:
– ¿Es la música tu principal actividad profesional o tienes otras fuentes de ingresos? Si tienes otras profesiones: ¿cómo se concilian ambas actividades? ¿O son mundos que apenas se tocan?
OP: La música ha formado parte de mi vida desde que nací. Mi abuelo era músico, director de una [agrupación] Coral durante 50 años y organista de la iglesia de Aguilar de Campoo, donde nací. Él fue mi primer profesor y después de formarme en el Conservatorio de Santiago de Compostela y obtener mi titulación de Grado Superior de Piano empecé a trabajar en la Escuela de Música de Aguilar donde continúo actualmente. Llevo trabajando allí desde 1994 y es mi principal fuente de ingresos.
– ¿Son Spotify y las demás plataformas de streaming fuentes de ingresos decentes, reales? O más bien una «propina»?
OP: Mi historia con Spotify siempre fue muy bonita. El primer año crecía lentamente, pero siempre era muy satisfactorio ver cómo iba creciendo. El segundo año fue cuando crecí muy fuerte y las migajas que llegaban cada mes fueron aumentando poco a poco hasta convertirse hoy en algo bastante serio. Tengo más de un millón de reproducciones mensuales y eso hace que los beneficios también sean importantes.
Oscar Pascasio en Spotify– ¿Hay otros artistas con quienes compartas ideas estrictamente musicales – o bien métodos de promoción? ¿O es la tuya una actividad más bien solitaria?
OP: Desde que empecé en el mundo del streaming siempre intenté rodearme de los mejores para intentar aprender. Como siempre suele pasar, los pianistas españoles fueron un gran apoyo para mí y junto al artista Javi Lobe, uno de los pianistas españoles más destacados actualmente, iniciamos un viaje partiendo desde cero y aprendiendo juntos cómo funcionaba el streaming y cómo podíamos mejorar y seguir creciendo. Ha sido un viaje apasionante y después de 3 años juntos seguimos compartiendo muchas cosas. Posteriormente conocí a varios pianistas españoles que estaban empezando y suelo compartir con ellos técnicas de promoción. He intentado ayudar y aconsejar siempre a los que empiezan porque a mí siempre me gustó que alguien me ayudara cuando empecé.
– Para hacer tus grabaciones, ¿utilizas siempre pianos reales o también pianos virtuales (sampleados)? ¿Cuáles?
OP: Mis dos primeros álbumes los grabé con piano y cuerdas reales. Cuando conocí el mundo del streaming me di cuenta de que era importante lanzar música nueva cada poco tiempo y era muy difícil para mí seguir grabando con piano real porque no tengo estudios de grabación cercanos así que decidí aprender a hacer mi música a través del ordenador. Utilizo el instrumento sampleado Noire (de Native Instruments) para grabar a través del ordenador aunque en este último año he decidido de nuevo grabar con piano real y todos mis lanzamientos de 2022 han sido grabaciones realizadas en un estudio de grabación.
– En Spotify, el piano en particular y la música (neo)clásica en general tienden a asociarse con la relajación, la conciliación del sueño, o como fondo para la lectura. ¿Hasta qué punto este mundo musical de Spotify «de escucha pasiva» influye en tus decisiones estéticas? Es decir, ¿haces música que -supuestamente- agradará a los algoritmos y a estos usos, o te resultan indiferentes?
OP: Cuando grabé mis dos primeros álbumes no pensaba en nada de esto, simplemente componía lo que me gustaba escuchar, aunque siempre la música que compongo ha estado muy ligada a la música relajante. Pronto me dí cuenta que el piano y las cuerdas no tenía mucha salida en el mundo del streaming, si quería crecer en plataformas como Spotify debía componer sólo con piano. También pronto me di cuenta que el camino para crecer era precisamente hacer música muy tranquila y relajante, algo que ya hacía. Lo que más me costó fue adaptarme al sonido “Felt Piano”, piano con sordina. Al principio no me gustaba nada escuchar este sonido, pero era fundamental hacerlo si quería crecer. Es curioso que cuando el oído se acostumbra a este sonido te cuesta volver al piano real aunque de vez en cuando me gusta subir temas que no tienen nada que ver con esta música tan relajante y con un sonido tan definido. Así que he de decir que mayoritariamente hago música de ese estilo (tranquilo y relajante) pero también me gusta subir otro tipo de músicas (tales como música más rápida y alegre o incluso covers).
– Los fans que te siguen en Spotify y en el mundo virtual (internet) ¿son las mismas personas – o dos públicos totalmente distintos?
OP: Al principio cuando empecé en redes sociales yo no componía, así que ni siquiera tenía fans. Cuando decidí subir mi primer tema a YouTube aparecieron mis primeros fans y he de decir que me han acompañado siempre durante estos años. Tengo una suerte inmensa de tener un público tan fiel, yo no sería nada sin ellos. Actualmente utilizo mis redes sociales prácticamente en su totalidad para promover mi música e interactuar con mis fans.
– ¿Qué le falta a tu vida (musical o no) que querrías y podrías conseguir en los próximos años? ¿Tienes un plan para acercarte a ese objetivo?
OP: He de decir que me siento un afortunado y que estoy haciendo lo que realmente me gusta. No todas las personas pueden decir que disfrutan de su trabajo así que es un privilegio para mí ser tanto profesor de piano como compositor. Siempre digo que lo único que pido es seguir emocionándome con mi música porque eso hará que también se emocionen mis fans. Quizás la única espinita clavada que me puede quedar en este mundo del streaming es lograr una ubicación en la lista más importante de piano del mundo, Peaceful Piano [en Spotify], que aún no he llegado a conseguir, pero seguiré luchando por alcanzar ese pequeño sueño.
– ¿Alguna ‘perla de sabiduría’ que quieras compartir con nosotros? (Ese tipo de frases que uno dice varias veces por semana… y que de alguna manera ayuda a conocer tu mundo interno.)
OP: Hace años aprendí que siempre hay que ver la vida en positivo, que no hay que volverse locos pensando en cosas que aún no han sucedido, porque lo más seguro es que no ocurran y que es importante aprender a saber disfrutar de la vida. Si aprendemos a valorarnos como personas, el camino siempre es mucho más fácil. Cada concierto lo tomo como un regalo en el que tengo la oportunidad de mostrar mis composiciones al público y de poder hacerles felices con mi música. Es algo que me gusta decir a los alumnos: no temas un concierto, disfrútalo.
Este diálogo con Óscar Pascasio tuvo lugar por correo electrónico en mayo de 2022.
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