
La película comienza con la entrada en la cárcel de un joven inglés, llamado Eric. Allí Eric se desenvuelve como pez en el agua, parece ser su hábitat natural. Las cosas se complicaran desde el momento en que desafía a su padre, encerrado en la misma prisión desde que Eric era pequeño.
Convicto es un buen film carcelario. Duro, real y crítico con la situación de los presos y la sociedad que los ha llevado ahí. Como toda película del género, usa las situaciones límite a las que el personaje principal se ve sometido para configurar una serie de argumentos sobre la situación de las clases más marginales y su exclusión absoluta de la sociedad; de manera que una vez que entran a formar parte de la población carcelaria pierden cualquier esperanza de reinserción. Eso les lleva a una brutalidad absoluta, ya que sin ella es imposible sobrevivir en ese mundo de personas desamparadas que luchan por sobrevivir. Y es que Eric no tiene ni siquiera el amparo de su padre; perdió la esperanza mucho antes de entrar en la cárcel y la prisión no es más que otro terreno donde dar rienda suelta a su rabia y odio.

Hay que destacar las interpretaciones, todas ellas de un altísimo nivel y la frialdad y realismo con el que está tratada la vida en la cárcel (como sucedía en la maravillosa Un profeta).
