El debate está abierto.
Para poder tomar una decisión es imprescindible estar informados, contar con la información necesaria para tomar partido entre las opciones que existan. Cuando la decisión atañe a nuestra salud la demanda informativa se hace más imperante. En los últimos años la era de la comunicación ha dado lugar a una sociedad que representa un papel más activo en la toma de decisiones sobre su salud, por ello reclama una mayor explicación sobre su enfermedad, diagnóstico, pronóstico y tratamiento.
Todo paciente debe contar con la información precisa para poder participar en la toma de decisiones que afectan a su salud, para ello es necesario tener información veraz, objetiva y fiable sobre los medicamentos, además de tratarse de un derecho democrático fundamental del paciente. Y es en este punto en el que se suscita un debate social. ¿Qué se debe informar exactamente? ¿Cómo? Y sobre todo, ¿quiénes son los responsables de esa tarea?
El debate comienza en su simple exposición y diferenciación entre Publicidad e Información. La primera (Direct-To-Consumer-Advertising, DTCA) se refiere a la publicidad de medicamentos de prescripción en prensa, radio y televisión, mientras que la segunda (Direct-To-Patient-Information, DTPI) hace referencia a un concepto originario de la Unión Europea, por el que se pretende dar respuesta a las necesidades de información en salud y de medicamentos, con el fin de dotarles de la información suficiente y capacidad de decisión.
¿Cómo se informa el paciente en la actualidad?
Las dos vías por las que mayor volumen de pacientes y familiares acceden a la información, de forma externa a su médico, es a través de los medios de comunicación e Internet. El riesgo reside en que la información que facilita la red no está en todos los casos contrastada, ni es siquiera fiable, por lo que el riesgo al que se exponen los pacientes que consultan estas fuentes es mayor.
Es por ello, por lo que en el ámbito legislativo, la UE prohíbe la publicidad de medicamentos de prescripción al público en general, la paradoja reside, según afirma la Comisión del Euro Paciente Informado (CEI), en que el ciudadano europeo tiene actualmente acceso a publicidad directa de medicamentos procedentes de EE.UU. que en realidad la legislación prohíbe dar. Es decir, las nuevas tecnologías permiten a los europeos acceder a información y publicidad realizada para consumidores americanos. Ante esta demanda social y dada la paradójica situación legislativa, existe la necesidad de debatir y consensuar una solución. Para ello se creó la Comisión del Euro paciente Informado (CEI).
¿Qué es la información directa al paciente en medicamentos de prescripción?
Según la CEI, se trata de la comunicación de conocimientos que permiten ampliar o precisar los que se poseen sobre una materia determinada en cuanto al medicamento en su contexto terapéutico, permitiendo resaltar, de forma objetiva, sustentada y en lenguaje accesible, las ventajas y desventajas respecto a otros tratamientos que afecten a la vida diaria del paciente y cumple además, con las siguientes condiciones:
• Cuando la información aparece en soportes distintos a los de la propia compañía, no existe una relación contractual con el emisor de la información.
• No utiliza términos incitando a su uso (“solicitar”, “probar”).
• Dispone de una acreditación reconocida.
Con la publicación de la Directiva 2004/27/CE de la Comisión Europea concluyó el proceso de revisión de la legislación farmacéutica presentando una propuesta de implementación de una experiencia piloto en el ámbito de suministro de información a pacientes de tres áreas: sida, asma y bronquitis crónica y diabetes. La Comisión advirtió que no estaba proponiendo autorizar la publicidad directa, sino simplemente asegurarse que los pacientes de estas tres áreas (las que mayor demanda informativa tienen) tuvieran información validada y específicamente orientada para ellos. La propuesta de la Comisión conllevaba la implantación de mecanismos de autocontrol por parte de la industria farmacéutica y la verificación de la EMA de las informaciones que dichas compañías quisieran trasladar.
El debate está abierto. Publicidad o información, o mejor dicho la delgada línea que los separa es lo que genera los dos bandos diferenciados que separan las posiciones ante el debate. Argumentos a favor y en contra del debate sobre la información directa a pacientes:
A favor:
- El objetivo es informar, como derecho fundamental de los pacientes.
- Afrontar las inquietudes e incrementar la implicación del paciente en su tratamiento.
- Facilitar la comunicación médico-paciente.
En contra:
- El objetivo es la publicidad, inclinación peligrosa hacia la DTCA.
- Permite la promoción disfrazada de información, perjudicando al paciente vulnerable.
- La prohibición favorece la contención del gasto público y evita la medicalización diaria.