Un hábito es un pensamiento o comportamiento -consciente o inconsciente- que se repite regularmente y que afecta positiva o negativamente nuestra vida. Dicen por ahí, que luego de veintiún días de repetir una conducta, ésta se vuelve hábito.
Pero si realmente suena tan sencillo ¿por qué nos se nos vuelven cuesta arriba tantas cosas? Y casi siempre las mismas…
“Cada día me pasa igual, me propongo que comeré de manera saludable y llega el mediodía y sólo tengo tiempo de comer un bocadillo delante del ordenador”
“Estoy apuntada al gimnasio y después de 3 clases ya no he vuelto más”
“Sé lo bien que me sienta ir a dormir temprano, pero cada día se me hacen las tantas”
“Sé que me sobran unos quilos y cada 1 de enero perder peso está en mi lista de propósitos para el año”
“Quiero tomarme las cosas con calma, estar tranquila y contenta, pero llegan los niños del colegio y a los 5 minutos ya estoy chillando”
Todas y cada una de las expresiones mencionadas se han vuelto una común denominador en muchas de las conversaciones de todos nosotros. Unos por verse mejor, otros por motivos de salud, algunos por conseguir una vida más sana; todos, de una forma u otra, intentamos cuidarnos.
Independientemente de la motivación de cada uno, el tema es que todos llevamos vidas desbordadas de agenda. Horarios de trabajo extensos, espacios familiares reducidos, compromisos, actividades, eventos, etc.
Siempre nos falta tiempo para algo que nos gustaría hacer y así, el objetivo de vernos y sentirnos mejor, en vez de una prioridad, es una asignatura pendiente y pospuesta indefinidamente, o hasta que empiecen los síntomas físicos de que algo anda mal, o hasta que nada en el guardarropa se ajuste a nuestras desmedidas.
¿Por qué nos cuesta tanto priorizarnos?
¿Cuánto más plenos nos haría vernos y sentirnos más sanos?
¿Cuánto más podríamos rendir si dentro de nuestra rutina diaria incorporáramos cambios?
LOS HÁBITOS DETERMINAN NUESTRO ESTILO DE VIDA.
Y todos queremos un estilo de vida sano, no sólo para vernos mejor, sino para estar al cien por ciento y minimizar la aparición de enfermedades. Por ello, querer incorporar hábitos saludables es un muy buen comienzo.
Ahora bien, unos de los errores principales es que la mayoría queremos ver los cambios inmediatamente y al efecto nos auto-exigimos desproporcionadamente.Pasamos del nada al todo y eso, además de hacernos caer en la frustración, nos hace abandonar aquellas pocas conductas saludables que estuvimos casi a punto de convertirlas en un hábito.
Todo comienza cuando lo decidimos, pero los resultados no ocurren a partir de esa decisión. Quiero decir que:
Si empezamos la dieta el lunes, el martes no notaremos la diferencia.
Si comenzamos cualquier actividad física, no podemos esperar el impacto la primera semana.
Si dejamos de fumar un día cualquiera, necesitaremos un tiempo para que “no fumar” se convierta en un hábito.
Es cierto que en todos los casos notaremos diferencias rápidamente, pero si lo ponderamos según el objetivo final: bajar diez kilos, entrenar para estar en forma o dejar de fumar definitivamente, terminaremos claudicando rápidamente. Por ejemplo, la actividad física, al principio, puede resultar algo tedioso, nos costará seguir un ritmo, todo parecerá un poco dificultoso y terminaremos exhaustos.
Además, si ya lo hemos intentando varias veces por nuestra cuenta y no nos ha funcionado, (porque aún teniendo idea de “cómo”, no logramos implementarlo en nuestra rutina, o porque no tenemos idea de cómo y necesitamos ponernos con el desafío seriamente), debemos considerar ponernos en manos especialistas y dejar de caer en métodos que proclaman efectos mágicos.
PESO SANO, VIDA SANA.
WELLNESS COACHING. HÁBITOS SALUDABLES.
El wellness coaching es una especialización del coaching centrada específicamente en nuestra salud y bienestar que nos ayuda a adoptar conductas saludables, a incorporarlas de forma natural y gradual en nuestra cotidianeidad y a convertirlas finalmente, en hábitos saludables.
Este programa de acompañamiento, guiado por Natàlia Calvet -Wellness Coach- y con la intervención de una dietista-nutricionista te ayudan, entre otras cosas a:
Definir tu concepto de bienestar y salud.
Crear un plan detallado, personalizado y a tu medida para que puedas conseguirlo.
Diseñar una dieta saludable y funcional a tus necesidades y objetivos.
Incorporar cada conducta para que sea parte de tu rutina.
Mejorar tu salud física, mental y emocional.
Aumentar tu auto-conocimiento y auto-confianza.
Sentirte saludable, vital y feliz.
Por supuesto que habrá objetivos que plantear y cumplir en áreas como la alimentación, ejercicio, descanso, gestión de las emociones, tabaco, stress, peso, etc. Cada logro, siempre es un pequeño motor para continuar y llegar allí donde quieres.
Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito. Aristóteles.